Nadie Sabe Nada
Sociedad

Berto Romero reflexiona sobre el verano y explica por qué es una ventana abierta a las locuras de los demás

El sonido de la sierra perforando la madera fue la banda sonora de la tarde de Berto Romero, una locura que según el humorista se desvela gracias a la llegada del verano

Berto Romero reflexiona sobre el verano y explica por qué es una ventana abierta a las locuras de los demás

Madrid

Llega a la Cadena SER un nuevo capítulo de Nadie Sabe Nada de la mano de Berto Romero y Andreu Buenafuente. Un episodio que comienza con una reflexión acerca de cómo el verano descubre las locuras más desenfrenadas de cada persona.

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Berto Romero nos cuenta cómo ha estado disfrutando su noche acompañado de forma constante con un sonido un tanto desequilibrante para la mente humana a altas horas de la noche.

Distracciones para evitar el calor

Al parecer, se ve que para intentar evadir el calor sofocante de las noches de verano, su vecino había decidido asomarse a su balcón para realizar una de las tareas menos silenciosas que existen: cortar madera con una sierra eléctrica.

"Era una imagen rarísima", dijo el cómico. Berto podía ver desde su hogar el maravilloso contraste que existía en el de su vecino. Convivían en una misma estancia una familia cenando tranquilamente y un señor que parecía haber sido poseído por el alma de un carpintero.

Berto Romero estuvo pensando en cómo y cuándo podía dirigirse a su vecino para pedirle que parase con esa incesante tortura, pero evitando "crear una guerra". La única idea que se le vino a la cabeza fue acercarse a su balcón y preguntarle: "¿Cuánta madera te queda?", pero por suerte no hizo falta la discusión, el taller casero de su vecino terminó por dar cierra a las diez de la noche.

El verano, "una ventana abierta a la locura de los demás"

El humorista catalán, sirviéndose de su propia anécdota como apoyo, quiso también lanzar una reflexión acerca de la locura y su relación con la etapa veraniega.

Romero afirma que "el verano es una ventana abierta a la locura de las demás". El humorista defiende que el sofocante calor del estío hace que las ventanas de las casas se abran y dejen a vista de todos los secretos y locuras que se ocultaban tras los muros de esos hogares.