Moldavia, ante sus elecciones más importantes: el país trata de librarse de la órbita de Moscú

Madrid

Moldavia, con 2.4 millones de habitantes, se ha enfrentado a múltiples crisis desde la invasión rusa de la vecina Ucrania en 2022 y que han puesto a prueba al Gobierno pro europeo, que considera que la adhesión al bloque de 27 miembros es fundamental para liberarse de la órbita de Moscú.

Los últimos sondeos apuntan a que el Partido de Acción y Solidaridad, por sus siglas PAS y pro europeo, y actualmente en el Gobierno podría tener dificultades para mantener su mayoría y tendría que buscar una coalición con otros partidos en el órgano legislativo de 101 escaños. El PAS se enfrenta al resto de partido pro rusos, por lo que gobernar en coalición con los mas extremistas va a estar complicado.

Las fuerzas de la oposición, como el Bloque Patriótico, prorruso, y la Alianza Alternativa, pro europea, están cortejando a unos votantes preocupados por los altos precios, la lentitud de las reformas y el escepticismo ante el acercamiento a Europa.

La frontera de Ucrania con Moldavia está a 50 kilómetros de la capital Chisináu. Moldavia es del tamaño de Cataluña, y su población casi se ha duplicado con los 1.3 millones de ucranianos que han huido de su país con la guerra. De esta cifra, se han quedado 100.000 viviendo allí, lo que supone una gran carga económica.

Moldavia tiene una mayoría de habla rumana y una gran minoría de habla rusa, y el poder político ha alternado durante décadas entre grupos prorrusos y pro europeos. Ahora, en estas elecciones, los ciudadanos se enfrentan a una severa inflación, que se ha traducido en un aumento de precios que afecta sobre todo a los menos favorecidos, como los jubilados. Casi un tercio de los moldavos vive por debajo del umbral de la pobreza, sobre todo en zonas rurales.

Afectada por la guerra en Ucrania

Para Moldavia, la guerra de Rusia en Ucrania les salpica directamente. Los drones rusos suelen caer (los que fallan) en territorio Moldavo. Allí en una provincia llamada Transnistria, (un área que separa Moldavia de Rusia y que funciona como estado independiente de facto con su propio ejercito moneda y gobierno) los rusos son los que la gestionan económica y militarmente. Y las autoridades de este lugar –Transnistria- ya han pedido oficialmente su adhesión a la Federación Rusa.

Rusia trata de expandir su influencia en la zona, con la cantinela de que la OTAN y Ucrania quieren arrastrarlos a la guerra y deberán ir a luchar al frente. Rusia trata de minar la confianza de los moldavos en las elecciones, en la democracia y en el Estado de Derecho. El lunes, las fuerzas de seguridad detuvieron a 74 personas en redadas por presuntos intentos de Rusia de atizar los disturbios.

Las autoridades afirmaron que los servicios de inteligencia rusos estaban formando a ciudadanos moldavos en Serbia en tácticas de protesta. El mes pasado, el magnate moldavo huido de la justicia, Ilan Shor, sancionado por Estados Unidos y la UE como presunto agente ruso, ofreció abiertamente a los moldavos pagos mensuales de US$3000 para que se unieran a las protestas antigubernamentales.

Bruselas ha apoyado abiertamente a Sandu y considera que una Moldavia pro europea, que solicitó el ingreso en la UE en 2022 junto con Ucrania, es crucial para acabar con la influencia rusa en su flanco oriental. En agosto, los dirigentes de Francia, Alemania y Polonia visitaron Chisináu para subrayar su apoyo a la candidatura del gobierno a la UE.

Los anuncios de los partidos se emiten continuamente por televisión. Los políticos intentan llegar a los votantes más jóvenes en TikTok. La presidenta Sandu dijo que estas elecciones "son las más importantes de la historia del país".

Poco después de la invasión de Ucrania en 2022, Moldavia solicitó unirse a la Unión Europea y obtuvo la condición de candidato poco después, en junio de 2022. El objetivo del gobierno actual es la adhesión a la UE para 2030, para gran consternación de Rusia.