Berto Romero explica lo que más le inquieta sobre Juan Carlos I: "¿En qué momento lo normalizamos?"

Madrid

El reino de España ha contado con algunos de los monarcas más famosos de todos los tiempos. Desde los Reyes Católicos, Isabel I de Castilla y Fernando II de Aragón, responsables de la unificación territorial de España y de algunos hitos como la llegada al continente americano, hasta su nieto, Carlos I de España y V del Sacro Imperio Romano Germánico, responsable de la consolidación de un imperio transoceánico en el que no se ponía el sol. También otros como Carlos III, Alfonso X "el Sabio" y un Juan Carlos I que acabó abdicando en favor de su hijo Felipe tras el desgaste de su figura pública.

Desde entonces se ha hablado mucho acerca del rey emérito y sobre su nueva vida en Emiratos Árabes. Pero hay algo sobre lo que nunca se ha hablado y Berto Romero no entiende muy bien por qué. Así lo ha dado a conocer este fin de semana en una nueva entrega del Nadie Sabe Nada, donde ha reconocido que le inquieta el hecho de que sea el único rey de la historia de nuestro país con un nombre compuesto: "El otro día me vino a la cabeza, pero como un aldabonazo... ¿Por qué nos parece normal que el rey anterior se llamara Juan Carlos?".

De Carlos III a Felipe VI

Aunque muchos de estos reyes tenían varios nombres de pila en su bautismo, como Amadeo I (Amedeo Ferdinando Maria di Savoia) o Felipe VI (Felipe Juan Pablo Alfonso de Todos los Santos de Borbón y Grecia), siempre adoptaban uno solo como su nombre regio a la hora de reinar. Y a este nombre le seguía el número romano correspondiente para indicar su lugar en la línea sucesoria. De aquí que la mayoría de reyes y reinas de nuestro país tuvieran nombres cuando menos comunes. Sin embargo, Juan Carlos acabó rompiendo, motivado por Franco, con una tradición milenaria y acabó convirtiéndose en el primer rey de la historia con nombre compuesto.

Bajo su punto de vista, Juan Carlos I marcó un precedente que puede abrir una nueva página en la historia de la monarquía española: "El rey emérito abrió la puerta a que los nombres compuestos llegaran al poder. Y lo normalizamos enseguida porque veníamos de donde veníamos y hemos tenido muchos años para acostumbrarnos. ¿Pero no hubo un momento en el que alguien pensara que el rey se estaba llamando Juan Carlos?". En ese momento, Andreu Buenafuente recordaba que veníamos del franquismo y que, por consiguiente, había muchas personas que no habían conocido otra situación que no fuera la de la dictadura.

El origen de su nombre

Por otro lado, Andreu Buenafuente no cree que fuera algo en el que se detuvieran demasiado tiempo porque carecía de importancia antes, y sobre todo ahora: "El principal problema que tiene la monarquía en estos momentos no es ese". Pero Berto Romero ha seguido explicando que le parece un dato cuanto menos sorprendente: "Es que hay un salto conceptual. De repente, el rey se puede llamar Juan Carlos".

¿Y por qué acabó reinando bajo un nombre compuesto? Por la influencia de Francisco Franco. Aunque el dictador no escogió los nombres de pila del príncipe durante su bautizo, sí que tuvo mucho que decir sobre su nombre como rey. Durante sus últimos años de vida, el dictador buscaba crear una nueva monarquía que integrara las líneas liberales y carlistas bajo un mismo nombre. De esta manera, Franco apoyó que recibiera el nombre de Juan por su padre y de Carlos, en clara referencia al movimiento carlista que apoyó al dictador durante años.