Los ocho meses de inspiración perfecta
Ben Gibbard firmó en un mismo año dos de los mejores discos del rock independiente de este siglo con el cuarto de Death Cab for Cutie y el debut de The Postal Service
Death Cab for Cutie: 8 meses de inspiración perfecta
Hay momentos en la vida en la que tras años de duro e intenso trabajo todo explota, una explosión sin sentido que generalmente pilla a los protagonistas a pie cambiado y que necesita tiempo para darle el valor que tiene.
En 2003, Ben Gibbard, que entonces tenía 27 años, rompió la baraja con un curso mágico en la que alumbró dos de los mejores discos del rock independiente de este siglo.
En apenas ocho meses el líder de Death Cab for Cutie publicó Transatlaticism, la obra maestra de la banda de Seattle, y Give Up, el único trabajo de The Postal Service y un disco que se creó a distancia mandando canciones por correo convencional a su socio en ese proyecto.
Tras una época de crisis vital y de exilio en San Francisco, Gibbard cogió ritmo y trabajó en paralelo con dos bandas dando forma a dos discos diferentes que han acabado siendo discos capitales del rock independiente del siglo XXI.
Esta semana recorremos, de la mano de Lucía Taboada, el contexto, la historia y las canciones de ese año mágico de Gibbard y el impacto que esta increíble racha tuvo en su carrera.
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