La exdirectora del CNI niega ante la jueza del ‘caso Pegasus’ que "ni Jové, ni Riba fueron espiados"
Paz Esteban ha negado que alguno de los dos diputados de ERC fuesen vigilados por el Centro Nacional de Inteligencia

La ya exdirectora del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), Paz Esteban / JUAN CARLOS HIDALGO (EFE)

La exdirectora del CNI, Paz Esteban ha tenido que acudir por segunda vez ante un juzgado de Barcelona para declarar como investigada por el espionaje a líderes independentistas del 'procés'. Esta vez por el supuesto seguimiento que sufrieron los diputados de ERC, Josep Marñia Jové - entre los días 11 y 27 de junio de 2020- y Diana Riba – en 2019-.
Pero esta ocasión ha sido distinta. Era la primera vez que Paz Esteban podía declarar parcialmente sin el corsé de la Ley de Secretos Oficiales.
Las fuentes gubernamentales consultadas por la SER confirman que el Consejo de Ministros aprobó una desclasificación que eximía a Paz Esteban del deber de guardar secreto. La desclasificación se ejecutó a raíz de la petición de la jueza María Antonia Coscollola del Juzgado de Instrucción número 24 de Barcelona, tras la solicitud de la Fiscalía que reclamó un suplicatorio al Consejo de Ministros para “habilitar” la declaración de Paz Esteban como investigada.
Ni Jové, ni Riba fueron espiados por el CNI
La exdirectora del CNI ha declarado. Pero se ha limitado a contestar que ni Jové - president del Grupo parlamentario de ERC en Cataluña-, ni Riba sufrieron alguna medida de intervención por parte del Centro Nacional de Inteligencia (CNI). Esa escueta respuesta es la única que contaba con el amparó del Gobierno tras su desclasificación, según matizan a la SER fuentes próximas a Paz Esteban. Por tanto, según la versión de quien fuera jefa del servicio de inteligencia español, ninguno de estos dos independentistas catalanes figuran entre los 18 que fueron investigados por el CNI con aval judicial.
La exdirectora del CNI ha guardado un silencio escrupuloso al resto de cuestiones, más de 100 preguntas planteadas por la defensa de los líderes independentistas, según detallan otras fuentes jurídicas, que incluso aseguran que al juzgado no ha llegado ninguna respuesta del Gobierno sobre esa desclasificación.
Paz Esteban se ha escudado ante la jueza en que no tiene obligación de declarar sobre el espionaje a ERC con Pegasus. Primero, porque solo puede hablar de documentos desclasificados que admiten el espionaje, pero no al exdiputado de ERC, Josep María Jové. Y segundo, porque hay quienes mantienen que el CNI no utilizó ese sistema de la empresa israelí NSO Group.
La incógnita de Pegasus
El magistrado del Supremo, Pablo Lucas, encargado del control del CNI, autorizó el seguimiento a 18 líderes independentistas - aunque Citizen Lab habla de 65-, después de que el servicio de inteligencia español esgrimiese ante el Alto Tribunal sus sospechas de que el expresident de la Generalitat, Pere Aragonés coordinaba las acciones de los CDR catalanes.
Pero no se utilizó Pegasus, según las fuentes gubernamentales consultadas por la SER. La propia Paz Esteban detalló en la Comisión Gastos Reservados, conocida como de Secretos Oficiales – a puerta cerrada- que habían ejecutado ese seguimiento a 18 líderes, pero “nunca dijo que se utilizase Pegasus”, aclaran estas fuentes.
La Audiencia de Barcelona determinó que había indicios que apuntaban a que, técnicamente, el sistema que se utilizó para enviar SMS maliciosos a Josep María Jové era el mismo que se usó para infectar el teléfono móvil del expresident de la Generalitat, Pere Aragonès. En el caso de Aragonès, el Gobierno certificó que fue espiado con aval del juez del Tribunal Supremo entre julio de 2019 y marzo de 2020, con autorización judicial.
No obstante, una pericial de los Mossos d’Esquadra encargada por el juez detectó infecciones en el móvil del expresident ya en 2018, antes del período en que el CNI contaba con cobertura judicial para espiarlo. Sin embargo, ese informe, al que tuvo acceso la SER, reconoce que no pudo “localizar ninguna información” que pudiese “establecer las conexiones de destino que utilizó el malware”, es decir, no pudo acreditar que el origen de la infección en que aquella etapa inicial procediese del Centro Nacional de Inteligencia.
El informe de los Mossos tampoco pudo acreditar al 100% que se utilizase el sistema israelí Pegasus. Los peritos del Laboratorio de Informática y Electrónica Forense de la División de Policía Científica de los Mossos dejaron por escrito en su informe pericial que el iPhone 11 de Pere Aragonés “fue infectado por un malware que deja los mismos rastros que el software conocido como Pegasus”, pero no pudieron dar por sentado que ese virus fuese generado por el programa israelí de NSO Group.
Tampoco fueron capaces de “localizar o recuperar registros que indiquen la cantidad de información exfiltrada o cuánto tiempo estuvo activo ese ataque”, aunque sí mencionaron que se exfiltró 94,5 MBytes de información y que la infección se produjo “entre los períodos del 9 al 10 de julio de 2018 y del 4 de julio al 24 de octubre de 2019”.
“Todo se hizo con arreglo a la Ley”
El auto de imputación de Paz Esteban destacaba que había “incertidumbre” ante la “autorización judicial” en el caso de Jové, de ahí que la jueza justificase el “objeto de comprobación”. De ahí el malestar en el Gobierno de Sánchez. Defienden que si Paz Esteban hubiese declarado se habría podido acreditar de forma fehaciente que “todo se hizo con arreglo a la Ley”, por eso, no entienden el silencio de Paz Esteban que fue cesada en mayo de 2022, tras las presiones de los independentistas catalanes.
Paz Esteban cuenta ya con cuatro imputaciones, la última, por la el supuesto hackeo al teléfono móvil del abogado Andreu Van den Eynde, defensor de Oriol Junqueras y otros implicados en el 'procés'.

Javier Bañuelos
Redactor Jefe en la Cadena SER responsable de la información sobre Interior y Defensa. Soy diplomado...




