Madina recrimina al PP seguir las posturas de Vox y crear un problema con la inmigración: "Huelen a extrema derecha"

Madrid

La inmigración se ha convertido en uno de los ejes centrales del debate político en España. Los discursos restrictivos y racistas, que antes eran una excepción, se han normalizado, y el tema ya no solo ocupa espacio en el Congreso o en los medios de comunicación, sino también en las conversaciones cotidianas, como demuestra que sea la segunda preocupación de los españoles, solo por detrás de la vivienda, según el Barómetro del CIS del mes de septiembre.

Todo esto apunta a que la inmigración será uno de los asuntos clave en las próximas elecciones, donde la derecha busca capitalizar votos a través de este discurso. La semana pasada, el Congreso de los Diputados celebró tres debates centrados en inmigración. De forma paralela, el Partido Popular ha seguido la línea discursiva marcada por Vox y ha situado este tema en el centro de su estrategia política. El pasado domingo, en Murcia, los populares presentaron un plan migratorio con el que aspiran a desmarcarse en la campaña electoral.

Durante el análisis realizado en El Abierto de Hoy por Hoy, Eduardo Madina ha advertido de la elevación del tono sobre la migración por parte de la derecha, una deriva que, según ha explicado, está directamente relacionada con la evolución de las encuestas. "El endurecimiento del discurso viene marcado por las curvas de intención de voto", ha afirmado.

Madina ha criticado el tono de los mensajes del Partido Popular, asegurando que "huelen a extrema derecha", y ha defendido el papel de la población migrante en España. Ha recordado que el país cuenta con 48 millones de habitantes, de los cuales 6,5 millones son personas que han llegado de otros países y que, según ha subrayado, tienen una carta de ciudadanía "al igual que el que ha nacido en Chamberí o en el Ensanche de Bilbao". "Son iguales a efectos de derechos", ha puntualizado, "menos para aquellos que la derecha considera que vienen de fuera".

El analista fue más allá al cuestionar la base del discurso político dominante: "No hay un problema real de inmigración, ni en Europa, ni en España". Sin embargo, ha reconocido que, a pesar de representar un 6,5% de la población, la inmigración "ocupa mucho más espacio político" del que le correspondería por su peso demográfico. Ha alertado de que este fenómeno "tambalea democracias".

Madina ha cerrado su intervención con una reflexión crítica: "¿La inmigración es un problema? No, solo para algunos políticos. El problema es que, de tanto serlo, termina siéndolo para las sociedades y deriva en el crecimiento de la extrema derecha", ha afirmado, aludiendo al auge de discursos racistas, xenófobos y ultranacionalistas.

Una lectura compartida por la también analista Cristina de la Hoz, quien ha señalado que el PP "sondea los debates del tema público" y está convencida de que ha convertido la inmigración en uno de los ejes de su discurso "porque es lo que arrojan sus sondeos".