El Celta celebra con una victoria ante el PAOK (3-1) el regreso del fútbol europeo a Balaídos ocho años después

El Celta de Vigo ha vuelto a ganar ocho partidos después y ha logrado con una victoria balsámica contra el PAOK de Salónica en la segunda jornada de la UEFA Europa League. El equipo de Claudio Giráldez tuvo que remontar un partido en el que se adelantaron los griegos por medio de Giakoumakis y agarrarse a Aspas para empezar la conquista de los tres puntos. Borja Iglesias primero y Williot Swedberg después sentenciaron el partido para regalarle al Celta sus primeros tres puntos en esta fase liga de la Europa League.

El partido no comenzó con dominio y buen juego para los gallegos, pero eso no se transformó en acierto de cara a puerta. El ambiente, completamente exaltado por el regreso de la competición europea a Balaídos ocho años después, se enrareció con el gol del PAOK, que aprovechando un contragolpe silenció el coliseo vigués. A los de Salónica les había salido el plan de partido en un primer tiempo que si no llega a a ser por Iago Aspas se hubiese puesto muy cuesta arriba. En el primer gran centro de Óscar Mingueza desde la izquierda, 'O Príncipe das Bateas' saltó por todos sus aficionados y llevó a la red el empate justo al final de la primera mitad.

Con la moral subida por el gol, Aspas y los suyos buscaron firmar la remontada cuanto antes. Borja Iglesias volvió a demostrar que es el fubtolista más en forma de todo el equipo y puso el 2-1 en el marcador para la locura de Balaídos. Un rechace en el área es regalo suficiente para el compostelano, que puso al Celta en ventaja y encarriló el partido. La sentencia la puso un espectacular Williot Swedberg, que firmó un gran partido y lo certificó con un gol que tuvo que esperar a la confirmación del VAR para subir al marcador.