Rodaje extremo: así se rodó la escena más salvaje de 'El último mohicano'

Pocas películas han dejado una huella tan intensa en el imaginario cinéfilo como El último mohicano (1992), dirigida por Michael Mann. Más allá de su éxito en taquilla y del Óscar al mejor sonido, el filme se ha reivindicado con el tiempo como una de las grandes obras del cine de aventuras de los años 90. Y parte de ese legado se debe a la fuerza visual y emocional de sus escenas, muchas de ellas rodadas en condiciones extremas.

Una de las más recordadas es la secuencia de la cascada, donde el personaje de Ojo de Halcón (Daniel Day-Lewis) promete a la mujer que ama que la encontrará, pase lo que pase. "Salva tu vida, pase lo que pase, tienes que vivir. Iré a buscarte, por muy lejos que estés, te encontraré", le dice antes de lanzarse al río. Esa frase, pronunciada entre el estruendo del agua y la tensión del momento, se ha convertido en una declaración de amor épica.

Pero lo que ocurrió detrás de las cámaras fue igual de impactante. El equipo acababa de rodar una escena y se dirigía a la siguiente localización sin saber qué encontrarían. Tras cruzar varias colinas, se toparon con una enorme cascada. Michael Mann no lo dudó: “Vale, vamos a filmar dentro de ella", dijo. "¿Cómo?", preguntaron los actores. "Sí, vais a entrar dentro de la cascada", afirmó el director.

Y así lo hicieron. Escalaron las piedras con terror, observando el río salvaje que rugía debajo. No había alternativa: era un nuevo reto. Con suerte, pensaban, el espectador imaginaría que habían parado las canoas y continuado. Con mucha suerte, que habían caído por la cascada. Pero lo importante era que la escena transmitiera esa sensación de peligro real.

La emboscada violenta contra los ingleses a la salida del fuerte, la tensión en los bosques, el dramatismo de la cascada… El último mohicano no solo fue una película de aventuras, sino una experiencia física para quienes la rodaron. Aunque quedó eclipsada por Sin perdón, la gran triunfadora de aquel 1992, el tiempo ha hecho justicia: hoy es considerada una obra de culto.