Explota la burbuja de los precios para el Mundial 2026: las entradas serán las más caras de la historia
La FIFA anunció que los precios de los boletos estarán regulados por la ley de oferta y demanda

Gianni Infantino y Donald Trump, junto al trofeo de la Copa del Mundo

FIFA ha dado a conocer los precios de las entradas para la fase de grupos y la final del Mundial 2026. Será la primera vez que la organización del mayor torneo de fútbol dependerá de tres países. En el caso del próximo Mundial, las sedes serán Estados Unidos, México y Canadá.
El sorteo para conseguir las primeras entradas para el torneo comenzó el diez de septiembre. Se trata de un sistema de asignación aleatoria utilizado por FIFA, que se dividirá en varios turnos de venta.
Precios dinámicos
Uno de los cambios más relevantes anunciados por la FIFA es la aplicación de precios dinámicos para las entradas. Esto significa que los precios podrán variar según la demanda del público. En Estados Unidos se pueden vender los accesos para la Copa del Mundo en páginas como StubHub y VividSeats. Teóricamente, el objetivo de la institución es regular el número de transacciones en el mercado secundario, pero en la práctica no es del todo así.
Un funcionario de la entidad organizadora del torneo afirmó en una reunión con periodistas que ajustarán los precios según la demanda del encuentro: “Adaptaremos los precios según la demanda que veamos". Esto ha generado críticas, ya que podría abrir la puerta a prácticas abusivas.
Aunque la primera fase de venta de entradas es a través del sorteo, la FIFA establece una plataforma oficial de reventa. Este es otro de los puntos claves de la polémica. La comisión de reventa, según The Athletic, es del 15 % del precio total, que se aplica al vendedor del ticket original y al comprador que adquiere la entrada mediante la reventa oficial. La FIFA argumenta que su estrategia de plataforma de reventa canalizará más dinero al fútbol, evitando que se dirija hacia individuos y empresas estadounidenses con fines de lucro.
La horquilla de precios para las entradas del Mundial 2026 va desde los 60 $, en la categoría más baja para la fase de grupos, hasta los 6,730 $ para la final. Adicionalmente, se han puesto a la venta paquetes de experiencia premium. Estas varían entre 3.500 $ y 73.200 $. Por su parte, el precio máximo de una entrada regular cuadriplica el precio de las entradas de categoría más alta en el anterior Mundial de Qatar.
"La Copa del Mundo más cara para los aficionados"
La polémica decisión de la FIFA desencadenó reacciones de grupos de aficionados de distintos países. La más destacada fue el comunicado de Thomas Concannon, de la Embajada de Aficionados de Inglaterra. "Si los aficionados consiguen una entrada de categoría cuatro desde el primer partido hasta el último, podrían gastar, al menos, 3180 dólares. Eso es más del doble de lo que costó Qatar".
Al precio de las entradas hay que añadir el costoso viaje, pues los billetes de avión desde cualquier parte de Europa a América no son para nada asequibles. "Si sumamos los gastos de viaje a América y alojamiento, esta será, por lejos, la Copa del Mundo más cara que hayamos visto", afirmó la organización inglesa.
Contestación de la FIFA
"El modelo de precios adoptado refleja, en general, las prácticas actuales y futuras del mercado en nuestros países anfitriones de importantes eventos deportivos y de entretenimiento, incluido el fútbol. Nos centramos en garantizar un acceso justo a nuestro deporte tanto para los aficionados actuales como para los potenciales. Ofrecemos entradas para la fase de grupos desde 60 dólares estadounidenses, un precio muy competitivo para un importante evento deportivo mundial en Estados Unidos", contestó la entidad en un comunicado.
La entidad organizadora busca adaptarse al contexto actual y ofrecer posibilidad de entrar a los estadios a todos los aficionados, con entradas asequibles en los primeros partidos. Sin embargo, la FIFA no ha anunciado cuántos boletos estarán al precio más bajo, 60 $, ni qué porcentaje del estadio se destinará a la categoría más baja de entrada, es decir, la categoría cuatro. Además, toda la polémica se acrecienta con la variabilidad en el precio de las entradas en el proceso de preventa.




