Lejos del United hace calor: las estrellas recuperan su brillo fuera de Old Trafford

Hay un pensamiento en el mundo del fútbol que cada vez se está extendiendo más: todo aquel jugador que se marcha del United vuelve a ser futbolista. El equipo, ahora dirigido por Rúben Amorim, una temporada más está firmando un arranque desastroso. Ha perdido tres partidos en Premier League y además fue eliminado en la Carabao Cup por el Grimsby Town, un equipo que juega en la League Two, el equivalente a la cuarta división del fútbol inglés. "A veces quiero dejarlo, a veces quiero estar aquí 20 años. A veces odio a mis jugadores, a veces los amo. Esta es mi forma de hacer las cosas", decía el técnico portugués. Una manera de trabajar que les ha provocado ser eliminados a las primeras de cambio en esta competición y estar anclados en la parte baja de la tabla de la Premier.

"Nadie te daba los buenos días o las buenas tardes"

Algunos jugadores se dieron cuenta a tiempo de que sus carreras estaban siendo destruidas en el Manchester United. En España, el gran exponente de esto es Antony. El brasileño, en ESPN Sports no ha mostrado remordimiento alguno por firmar su traspaso por el Betis: "No soy una persona a la que le gusten las polémicas, que señale a otras personas, y no voy a mencionar a nadie. Creo que hubo un poco de falta de respeto allí, un poco de rudeza, nadie te daba los buenos días o las buenas tardes. Pero ya es pasado, no daré importancia a esas cosas. Ahora estoy aquí, en el Betis, estoy viviendo aquí y es lo más importante para mí", apuntó.

Con el United, Antony firmó 12 tantos en 96 partidos, teniendo en cuenta todas las competiciones. Mientras que con el club verdiblanco ya suma un total de 10 goles y seis asistencias entre la temporada pasada y este curso. "Asumo mis responsabilidades en que las cosas no funcionaran, en no rendir allí como deseaba. Pero siempre intento hacer una lectura positiva del proceso, de manera global. Esa etapa en el United fue necesaria para encontrarme a mí mismo", sentenció el carioca, mostrando una reflexión profunda en su decisión de cambiar de aires.

Otros jugadores han comenzado también a despuntar lejos de los diablos rojos. El más claro es Rasmus Hojlund (22 años). Se marchó traspasado por 44 millones al Nápoles y vuelve a sonreír. El estilo de vida mediterráneo y su nuevo equipo le ha sentado la mar de bien al killer danés. Suma ya esta temporada tres goles en cinco partidos jugados con el club italiano. Es decir, ahora mismo tiene un promedio goleador de 0,7 goles por encuentro, una estadística más que respetable. De hecho, fue clave en la última victoria de Champions contra el Sporting de Portugal.

Su compañero McTominay se dio cuenta antes de lo que le estaba haciendo el United a su vida. Firmó por el Nápoles en la 24-25 y ganó la Serie A convirtiéndose en uno de los estandartes del equipo italiano jugando 36 partidos, marcando 13 goles y repartiendo cuatro asistencias entre todas las competiciones. En este nuevo curso no ha dejado de pisar el acelerador y ya ha visto puerta en siete partidos jugados.

Los tres mencionados anteriormente son los tres claros ejemplos. Sin embargo, la lista puede ser incluso más larga. Marcus Rashford con el Barça ya ha sido nombrado man of the match en Champions por su doblete contra el Newcastle (1-2) y otros están liderando a sus respectivos clubes. Algunos de estos nombres son Elanga (Newcastle), Lukaku (Nápoles), Mkhitaryan (Inter de Milán), etc.

Llegaron Mbeumo, Sesko y Matheus Cunha para romper la tónica que se ha estado repitiendo estos últimos años. Aunque por el momento, entre los tres tan solo suman un total de tres goles. Lo que resulta un dato más que desalentador.