El sector primario, harto de ser 'moneda de cambio'
Las asociaciones de agricultores y ganaderos, y del ámbito de la pesca, defienden que llevan décadas llevándose la peor parte los acuerdos internacionales y recuerdan la importancia de la autonomía alimentaria en un contexto geopolítico convulso

El sector primario, harto de ser 'moneda de cambio'
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Madrid
El acuerdo firmado entre la Comisión Europea y el Mercosur será beneficioso para las relaciones comerciales de ambas partes, pero incidirá negativamente en la producción de productos agroalimentarios, "fundamentalmente en los productos procesados de pescado y agrícolas, ternera y otros tipos de carne". El del aceite y el del vino son dos de los sectores sobre los que mayor impacto potencial tendrán los aranceles del 15% establecidos por Estados Unidos a los productos europeos. La carne española de porcino que se exporte a China tendrá que hacer frente a una tasa de hasta un 20%, tras la investigación iniciada por el gigante asiático después de que la Unión Europea gravara las importaciones de vehículos eléctricos chinos.
Estos son solo algunos de los 'golpes' que el contexto internacional tenía preparados en los últimos meses para un sector primario que hace años que se siente 'moneda de cambio'. "Bueno, no es sensación, es que realmente somos una moneda de cambio en acuerdos comerciales entre distintos países, y nunca sabemos la motivación o lo que hay detrás de cada acuerdo comercial", puntualiza Joaquín Gargallo, responsable de sector vacuno de COAG.
"Casi que tenemos que mirar las noticias del día para ver qué no nos afecta", reflexiona Cristóbal Cano, secretario general de UPA. "Cuando no es un conflicto bélico, son las dificultades logísticas, o incertidumbres comerciales, como en el caso de Estados Unidos, en el caso de Mercosur... Entendemos que los acuerdos comerciales deben de seguir, porque España es una nación netamente exportadora y todo lo que sea abrir nuevas vías comerciales siempre es bueno, pero salvaguardando los intereses de nuestra producción, siendo acuerdos beneficiosos para ambas partes" defiende.
Un sector que lleva décadas perdiendo peso
Y es que desde la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos se retrotraen a los acuerdos comerciales con Sudáfrica (1999) o con Marruecos (2000) cuando revisitan la primera vez que se sintieron como los 'paganini' del comercio internacional. En aquel entonces, el sector primario suponía el 3,74% del PIB nacional. En 2024, la aportación del sector a la economía española se había reducido al 2,54% y es que, en lo que llevamos de siglo, el producto interior bruto ha crecido el doble que el del sector.
En el caso de la pesca, el sentimiento de agravio es todavía más antiguo. "En 1986 teníamos alrededor de 22.000 barcos, en la actualidad apenas tenemos 8.400. El impacto ha sido grandísimo" reflexiona Javier Garat, secretario general de Cepesca, para quien el primer revés llegó con la entrada de nuestro país en la Comunidad Económica Europea. "En la última parte de la negociación, que se cerró porque era un tema conflictivo, al final España tuvo que ceder en el ámbito pesquero para conseguir otras cuestiones que interesaban más políticamente" explica.
"Eso lo hemos visto reiteradamente conforme han ido pasando los años, y ahora lo que vemos es que, cuando se está hablando del Marco Financiero Plurianual y la Comisión Europea hace una propuesta donde se supone que se incrementa el presupuesto global de la Unión Europea, nos mete un recorte considerable. En nuestro caso estamos hablando de un 67%, pasa de los 6.100 millones de euros que tenemos en la actualidad a apenas 2.000 millones, que son los que dicen que están garantizados", detalla Garat.
Drástica reducción de los fondos europeos
Y es que lo que más preocupa al sector es precisamente eso, lo que se está negociando en Bruselas: el diseño y el Marco Financiero Plurianual 2028-2034 para la Política Agrícola Común (PAC) y para el Fondo Europeo Marítimo, de Pesca y de Acuicultura (FEMPA). En el primer caso, el recorte de fondos podría suponer, si prosperara la propuesta de la Comisión Europea, según ha reconocido el propio titular del Ministerio de Agricultura, al 20%. En el segundo, defienden desde Cepesca, la reducción es casi de un 70%, y es que, coinciden todas las asociaciones consultadas, el contexto geopolítico y la necesidad de impulsar la partida de Defensa está, de nuevo, jugando en contra de los intereses del sector primario ignorando, aseguran, que la soberanía alimentaria también es una pieza clave de nuestra seguridad.
"Esto siempre ha sido así. Ahora se ha visto mucho más motivado, o justificado, de alguna manera por la situación prebélica que parece que hay en el mundo. Yo creo que es de las pocas políticas realmente comunes que tiene Europa y no la deberíamos perder porque es vital para los ciudadanos europeos. Solo los productores europeos podemos garantizar la seguridad alimentaria" asegura Gargallo. "¿Y quién nos dice que cualquier día, tal y como está la situación política y geoestratégica, no vamos a tener problemas para conseguir alimentar a nuestros ciudadanos, para conseguir los alimentos?" apunta Garat en la misma línea.




