Netflix saca a la luz la última entrevista de la etóloga Jane Goodall
La plataforma contó con Goodall en su proyecto 'Famous Last Words', una recopilación de entrevistas que han sido publicadas tras el fallecimiento de la celebridad
Jane Goodall, una especialista en el estudio de los chimpancés
Madrid
Jane Goodall, famosa etóloga inglesa especializada en el estudio de los chimpancés, falleció el pasado 1 de octubre a la edad de 91 años, poniendo fin así a una vida de constante trabajo, estudio de los animales y descubrimiento de grandes novedades acerca de su conducta y la cercanía que mantienen con el ser humano.
Más información
Durante su último año de vida, la etóloga participó en un proyecto de la plataforma de streaming Netflix titulado Famous Last Words (Últimas palabras famosas). Esta serie de entrevistas con diferentes personalidades cuenta con una gran peculiaridad, y es que cada capítulo solo saldrá a la luz tras la muerte del entrevistado.
Una entrevista inédita
El secretismo en torno al contenido de estas entrevistas es absoluto. Todos los encuentros fueron grabados en un decorado totalmente vacío, en el que solo se encuentra la persona invitada y el entrevistador.
Las cámaras son operadas de forma remota y, tras finalizar la grabación, los archivos son guardados en bruto y no es hasta el fallecimiento del protagonista que se empieza a producir el capítulo.
Jane Goodall es la encargada de estrenar este nuevo formato con su última entrevista. Según ha informado Netflix, este episodio permite al público conocer con profundidad las reflexiones y la obra de la etóloga que descubrió un nuevo nivel en las conexiones entre animales y seres humanos.
Durante la entrevista, Goodall revela varias anécdotas inéditas que vivió durante sus más de sesenta años dedicados al estudio del comportamiento de los chimpancés salvajes en las selvas de Tanzania.
La etóloga se sincera sobre su vida, enuncia sus pensamientos más privados, algunos desconocidos por su familia, e incluso está dispuesta a reflexionar acerca de la idea de su propia muerte. Sin duda, las últimas palabras de Goodall hacen justicia a su persona, una figura inteligente, trabajadora y defensora de la paz.
