Comienza en la Audiencia Nacional el juicio contra Yassine Kanjaa por el asesinato terrorista de un sacristán en Algeciras

El juicio contra Yassin Kanjaa, el joven que machete en mano dio muerte al sacristán de la Iglesia de La Palma Diego Valencia e hirió de gravedad al párroco de San Isidro Antonio Rodríguez Lucena, tras recorrer ambos templos de Algeciras (Cádiz) en enero de 2023, arranca este lunes en la Audiencia Nacional, donde afronta una petición de 55 años de prisión por un asesinato terrorista consumado, otro en grado de tentativa y lesiones también de carácter terrorista.

Se trata del último crimen calificado como atentado de terrorismo yihadista que se ha producido en España y el juicio llega después de un intenso debate jurídico al respecto. La defensa de Kanjaa sostiene que siendo el terrorismo un delito de voluntad, no cabe en este caso porque el joven tiene su salud mental gravemente afectada: ha sido diagnosticado con un cuadro psicótico de probable filiación esquizofrénica. Solicitaba así que fuese juzgado en la Audiencia Provincial por delitos comunes.

Sin embargo, el Tribunal Supremo mantuvo la competencia de la Audiencia Nacional al entender que los indicios eran bastantes para considerar que se trata de delitos terroristas, que son de su ámbito de actuación, y que la defensa podría presentar de nuevo sus alegaciones al inicio del juicio.

En este sentido, el escrito de acusación de la Fiscalía califica los hechos como terroristas y pide 55 años de prisión tras aplicar a Kanjaa una atenuante muy cualificada de anomalía o alteración psíquica, que no es suficiente sin embargo para considerarle inimputable porque sus facultades estarían alteradas pero no del todo anuladas y el objetivo era, a su parecer, sembrar el terror.

Sobre este asunto, el Ministerio Público subraya que los hechos parten de un proceso de radicalización intenso en las semanas previas a los ataques que consta tanto en el contenido del móvil que se le intervino como en la percepción de diversos testigos, que vieron cómo rechazaba lo que hasta entonces, eran sus costumbres y reprochaba a sus amigos y conocidos que siguieran conductas a su juicio impropias del Islam.

Además, mientras en los dos años anteriores a los ataques se había prodigado poco en redes sociales, cuando se produjeron los ataques contaba con 70 publicaciones recientes en su muro de Facebook. Eran en su mayoría mensajes de “sheik” o predicadores radicales, conocidos ya por "sus sermones violentos" y su "interpretación rigorista del Islam", que aparecen también en los espacios virtuales del Estado Islámico.

"¿Por qué crees en una escayola?"

Aquel 25 de enero, Kanjaa entró en la iglesia de San Isidro sobre las seis y media de la tarde e increpó a un feligrés reprochándole que creyese "en una escayola", en relación a una reproducción de la Virgen. Después cogió una Biblia y la golpeó contra un banco, para acabar saliendo de allí al grito de "el mundo se va a acabar” y “Allah”.

Fue a casa, apagó su móvil y lo metió en un cajón. Sacó un machete de grandes dimensiones que solía esconder bajo la cama y volvió a salir. Se cruzó con un hombre en su camino, al que atacó por la espalda, "propinándole un golpe a la altura de la ceja derecha, rompiéndole las gafas". "Luego lo golpeó en el hombro y en el pecho mientras le gritaba 'Tu trabajas para la magia", resume el escrito de acusación. Le enseñó el machete que llevaba oculto entre las ropas, un impermeable oscuro, y siguió su camino hacia la zona de San Isidro.

Pasadas las siete y cuarto entró de nuevo en el templo esta vez, blandiendo el arma, ante la decena de feligreses que asistían a misa. Se dirigió al altar y atacó al sacerdote que estaba oficiando y que intentó huir por el pasillo central de la Iglesia. "Yassin lo persiguió y lo golpeó, provocando que cayese al suelo en el mismo pasillo. En ese momento le asestó con fuerza un golpe con el machete en la nuca", dice la acusación pública. Rodríguez Lucena fue herido de gravedad, no volvió a oficiar misa. Tenía 75 años. Falleció 9 meses después.

Tres días de sesiones

Al salir de San Isidro se dirigió a la Iglesia de La Palma donde se topó con el sacristán, Diego Valencia, en el patio del templo. Intentó protegerse con una silla. Le golpeó con el machete en el cuello y la cabeza. La Fiscalía pide que Kanjaa indemnice con 150.000 euros a la viuda del fallecido y con 50.000 euros a cada uno de sus dos hijos.

Tras asesinar a Diego Valencia, se dirigió al Santuario Nuestra Señora de Europa, en la misma plaza, y golpeó la puerta, pero estaba cerrado. Después siguió por una calle adyacente hasta alcanzar el denominado “Mirador del Muro” sin dejar de blandir el machete. Al llegar a ese punto, lo dejó a un lado en el suelo y se arrodilló. Fue así como lo encontraron los agentes de la Policía Local que acudieron al lugar y lo detuvieron.

El acusado espera al juicio en prisión provisional y será trasladado desde Soto del Real. Las sesiones, ante la Sección Primera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, tendrán lugar entre este lunes y el miércoles, cuando será el turno de declarar de Kanjaa. Además de la Fiscalía, ejerce acusación la Asociación Víctimas del Terrorismo, que pide 58 años; Vox, que solicita prisión permanente revisable; Dignidad y Justicia que añade otro delito de asesinato en grado de tentativa, entre otras.