El diagnóstico del vestuario del FC Barcelona tras perder en Sevilla: los rivales les han pillado el truco

Madrid

El FC Barcelona no está pasando por su mejor momento a nivel de juego ni tampoco de resultados. Después de empatar hace una semana contra el Rayo Vallecano en un partido en el que los madrileños contaron con varias oportunidades para llevarse la victoria final, los de Hansi Flick han perdido dos partidos consecutivos. Primero contra el Paris Saint Germain (PSG) en la segunda jornada de la UEFA Champions League y ahora contra un Sevilla FC que le ha metido un total de cuatro goles. ¿Qué está pasando con el FC Barcelona y por qué les está costando tanto reencontrarse con la victoria?

A pesar de que ya le sucedió algo semejante la temporada pasada, cuando los blaugranas encadenaron varios meses en los que no conseguía dar con la tecla, en esta ocasión el problema parece algo mayor. Principalmente porque los rivales parecen haber encontrado la solución a uno de los grandes problemas que planteaba el conjunto de Hansi Flick en el pasado. Un diagnóstico que han hecho desde el propio vestuario, quienes se han dado cuenta de que los rivales parecen haber descubierto la estrategia perfecta para derrocar el plan de la defensa adelantada.

Las sensaciones no son buenas

Así lo ha dado a conocer Santi Ovalle en El Bar de la Cadena SER, donde ha explicado que las sensaciones en el FC Barcelona no son buenas: "Las sensaciones desde el palco es de que no se ha entrado todavía en la liga... y eso preocupa". Pero no solo eso. También preocupan las bajas sensibles de jugadores como Raphinha y Lamine Yamal, quienes le otorgan una mayor profundidad a un equipo que hace aguas si no ejercen su presión habitual sobre el campo rival: "Lamine es muy diferencial. Pero, además, el equipo sin Raphinha y sin Fermín no presiona como tendría que hacerlo".

De ahí que el vestuario haya llegado a la conclusión de que hay que cambiar de estrategia: "En el vestuario han llegado a la conclusión de que si no presionan como el año pasado no se puede tirar la línea del fuera de juego. Es imposible. Y ese es el diagnóstico que hacen determinados futbolistas en el vestuario. Sin presión intensa no se puede jugar con la línea del fuera de juego".

La táctica que desbarajusta la línea adelantada

Gracias a este diagnóstico, el vestuario ha detectado el problema táctico que les ha llevado a encadenar estas dos últimas derrotas: "El rival deja, de manera recurrente, un futbolista en fuera de juego. Concretamente el delantero centro. A continuación entran los centrocampistas desde segunda línea y, tal y como les llega el balón, se la ponen a un delantero que ya tiene cinco metros de ventaja sobre los defensas. Y no hay central que pare eso".

Por lo tanto, y si no hay una presión constante que impida que el delantero centro rival pueda andar a sus anchas por su campo, el conjunto catalán se encuentra con un problema a la hora de defender: "Si no se hace una presión intensa y se deja a los futbolistas en fuera de juego, están vendidos. Y ese es el diagnóstico que hacen".