Política

El PSOE intenta retener el voto de las mujeres tras la gestión "errática" de la ministra Ana Redondo con las pulseras antimaltrato

Crece el malestar con la ministra por hacer flaquear la estrategia feminista del PSOE cuando siguen recuperándose del "trauma" de las conversaciones vejatorias de Ábalos sobre mujeres

La ministra de Igualdad, Ana Redondo, escucha las intervenciones de los senadores durante el pleno del Senado. / Javier Lizón (EFE)

Madrid

Objetivo: preservar el voto de las mujeres. El PSOE se aferra a la bandera de la lucha por el derecho al aborto para cuidar el que es uno de sus bienes más preciados, que vieron seriamente amenazado en julio con la revelación de las conversaciones vejatorias sobre mujeres entre el exsocialista José Luis Ábalos y su asesor Koldo García.

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Las alarmas en Ferraz y las federaciones socialistas han vuelto a saltar, por la gestión "errática" de la polémica de las pulseras antimaltrato, que muchos atribuyen a la ministra Ana Redondo, según admiten a la Cadena SER distintos dirigentes y cargos del partido.

Aunque esta crisis la dan ya por zanjada, los socialistas, con Pedro Sánchez a la cabeza, se han lanzado a dar la batalla por el derecho al aborto en un claro intento de apuntalar su estrategia feminista y cuidar el que es su mayor caladero de voto.

En Ferraz nadie niega que si fue posible retener la Moncloa en julio de 2023, fue gracias a su electorado femenino. Así lo corroboró el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) tras aquellos comicios, y así se refleja en cada encuesta. Según el barómetro de 40dB. para la Cadena SER y El País de este mes de octubre, el PSOE sería el partido más votado por las mujeres, con un 25% de intención de voto, frente al 21% de hombres que aseguran que votarían a los socialistas, cuatro puntos menos.

El estallido de la crisis del caso Santos Cerdán y, sobre todo, la revelación de esos audios con alusiones vejatorias a mujeres por parte de Ábalos, hizo caer su porcentaje de apoyo entre las mujeres al 21% en julio, según 40dB. En el CIS, la intención de voto femenina cayó del 26,1% en junio al 19,4% en julio. Este episodio, que dejó en shock a todo el partido, y del que todavía se siguen recuperando, llevó a los socialistas a tomar la decisión de centrar gran parte de sus esfuerzos en retener a su electorado femenino.

Ya en julio el propio Pedro Sánchez anunció la inclusión en sus estatutos de la expulsión de los puteros, después de haber informado además de la salida definitiva del partido de Ábalos como castigo por la revelación de esas conversaciones.

Tras el verano, el PSOE organizó como primer acto de partido unas jornadas feministas con la vicepresidenta María Jesús Montero y la nueva secretaria de Organización de los socialistas, Rebeca Torró, como cabezas de cartel. En ese acto, la ministra de Igualdad reafirmó que sigue dispuesta a impulsar una ley de abolición de la prostitución, aunque a la vez reconoció que no cuenta con los apoyos necesarios para aprobarla, ni dentro del Consejo de Ministros -por la negativa de Sumar— ni en el Parlamento.

"Error mayúsculo en un tema fundamental"

Desde entonces, el PSOE ha redoblado sus esfuerzos para situar en el centro de su acción política la agenda feminista, si bien la crisis de las pulseras antimaltrato ha hecho tambalear esta estrategia, según admiten a la Cadena SER fuentes socialistas, que señalan que "cualquier error" en estos temas les "penalizan el doble".

Todos en el PSOE culpan a la derecha de haber sobredimensionado el problema, e incluso de haber creado una polémica artificial en torno a un sistema de protección a las mujeres que insisten en que funciona. En eso nadie discrepa.

Pero muchos coinciden además en que la gestión, sobre todo a nivel comunicativo, que ha hecho la ministra Redondo ha sido errática, y ha contribuido a agrandar el problema. "Ha sido un error mayúsculo en un tema fundamental para nosotras", señala una dirigente, que avisa de que la respuesta a este tipo de crisis no puede ser limitarse a decir que "todo es un invento de la derecha".

Las fuentes consultadas lamentan por ejemplo que no compareciera los días posteriores para ofrecer una respuesta contundente, y se limitara a dar varias entrevistas en las que además llegó a ofrecer datos imprecisos. Hay quien cree que debería haberse producido alguna dimisión para zanjar la crisis y evitar que la derecha siguiera alimentando su estrategia durante días y semanas.

"La respuesta no puede ser que todo es un invento de la derecha porque no es así", señala otra dirigente en conversación con la Cadena SER, que señalan que habría sido apropiado que Redondo hubiera puesto incluso su cargo a disposición del presidente, para que la confirmase.

El malestar con Redondo, por hacer flaquear la estrategia feminista del PSOE en un momento tan delicado, se extiende según estas fuentes en las secretarías de Igualdad del partido, aunque los socialistas dan ya por zanjada la crisis. Además, creen que la polémica sobre el aborto abierta por el PP al aprobar con Vox en Madrid una iniciativa para informar a las mujeres de un supuesto síndrome postaborto sin base científica les permite volver a enarbolar una de sus principales banderas con las que dirigirse al voto femenino: el derecho al aborto.

El presidente Sánchez anunció el viernes que el PSOE va a impulsar una reforma de la Constitución para blindar el derecho al aborto en la Carta Magna; una propuesta que sus socios de Sumar le llevan pidiendo más de un año pero que los socialistas habían descartado por la falta de apoyos, habida cuenta de que se trata de una reforma que requiere de mayoría cualificada, es decir, los votos de la derecha.

Esos votos de la derecha siguen sin estar disponibles, tanto el PP como Vox ya volvieron a reafirmar el viernes que no están dispuestos a apoyar nada que tenga que ver con consagrar el derecho al aborto, pero el PSOE sí ha considerado conveniente abrir ahora este debate, en un intento de dejar claro su compromiso con los derechos de las mujeres.

"Con lo que ha anunciado el presidente para constitucionalizar el aborto está claro que debemos dirigirnos a nuestro principal foco de votos: las mujeres", apunta una diputada en conversación con la Cadena SER, que celebra este movimiento, tras los vaivenes con la polémica de las pulseras antimaltrato, y el trauma que para el partido sigue suponiendo el comportamiento del exministro Ábalos.

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