Música o sexo, Leonor Watling elige lo que más necesita para vivir
La actriz y cantante comparte en 'A las bravas' el dilema más íntimo y la historia de amor que dio origen a su familia

Música o sexo, Leonor Watling elige lo que más necesita para vivir
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
En su paso por el programa A las bravas, Leonor Watling se enfrentó a una pregunta que ha puesto en aprietos a más de un invitado: “¿Podrías vivir sin música o sin sexo?” le preguntó Raúl Pérez. La actriz y cantante, tras una breve reflexión, respondió con una mezcla de humor y melancolía: "Sin sexo… pero qué tristeza", dijo entre risas. Y añadió que, en ese hipotético escenario, cantaría "canciones muy tristes, hablando de lo que echo de menos".
Más información
La actriz y cantante, aprovechó la conversación para compartir una historia íntima y entrañable: el origen del amor entre sus padres. Watling recordó cómo su madre, inglesa, conoció a su padre, nacido en Cádiz pero criado en Castilla, gracias a un curioso giro del destino. Él había viajado a Inglaterra para estudiar inglés, algo poco habitual en aquella época, y cuando su madre llegó a Madrid, alguien le entregó una tarjeta con el nombre de "Gonzalo", probablemente mal pronunciado como "González", por si necesitaba ayuda durante su estancia.
Tras pasar un mes en Ibiza, su madre y una amiga regresaron a Madrid y descubrieron que les habían robado todo en el piso donde vivían. En medio del frío de septiembre y sin apenas recursos, recordó la tarjeta y decidió llamar. "Mi madre cuenta que llamó a la puerta un chico moreno, guapísimo, con una botella de whisky y un bloque de hielo, porque no era una bolsa, era un bloque, con un inglés macarrónico, dispuesto a ayudar", relató Watling. "Y se enamoraron. Gracias a un robo, se robaron el corazón. Soy hija del delito", concluyó entre risas.
Una historia que mezcla música, amor, whisky y hielo, y que deja claro que, para Leonor Watling, la música es tan esencial como el aire… incluso si eso implica cantar sobre lo que falta. Porque en su vida, como en sus canciones, lo importante siempre tiene banda sonora.





