Ángeles Caballero: "Cada día estoy menos conservadora y más cerca de la revolución, y es por la gente que me rodea"

Madrid

Ángeles Caballero, periodista y colaboradora de radio y televisión, ha pasado por los micrófonos de la Cadena SER para presentar su nuevo libro "Orfidal y Caballero" en Hora 25. Caballero ha dejado claro que, con los años, ha perdido el miedo a pronunciarse y a dar un golpe encima de la mesa ante asuntos que le remueven.

Pregunta: Tengo la sensación de que va a gustar mucho a quienes leyeron el primer libro, aunque son muy distintos entre sí.

R: Son distintos, pero la lógica es que yo también soy otra. Yo he cambiado en muchas cosas, aparte de envejecer. Yo creo que tiene más mala leche, más ira y más furia, aunque también me he contenido. No era cuestión de arrasar con todo.

P: No sé si compartes que el primero es cierta mirada al mundo desde la perspectiva del cordón umbilical vital que te une con tus padres, y este segundo lo es desde la perspectiva del cordón umbilical que te une con tus hijos.

R: Ese cordón umbilical yo soy. Una madre intensa, cansina y muy pesada que no quiere soltar ese cordón. Quiero estar atadita a ellos lo máximo posible, pero su mirada del mundo ha hecho cambiar la que yo tengo de ese mundo.

P: ¿Cómo va tu convivencia con la adolescencia?

R: Va como un parque de atracciones que a veces quieres que cierre y no se cierra. Va a ratos, va a impulsos, va de sube y baja, pero también siendo muy consciente. Igual que fui muy consciente con el primer libro del privilegio en el que estoy anclada, también tengo mucha suerte de que nos hayan tocado unos hijos llenos de aristas, pero con muy pocas sombras, y creo que eso es muy bonito.

P: En el libro te describes como madre "gallinacia" y "rociojuradesca". Explícame eso.

R: Soy una madre sobreprotectora, muy parecida a la madre que yo tuve. En la parte de maternal soy muy intensa, dramatizo muchas cosas y sobre reacciono. "Gallinacia" es porque los hiperprotejo.

P: El humor para ti muchas veces es parapeto, es protección.

R: Sí, es el gran salvavidas. Es la cosa a la que me me aferro cuando vienen mal dadas y cuando también no me aguanto a mí misma, o tengo esa sensación de vértigo en que veo que hay algo que quiero proteger y que hay peligro de que se me desprenda. El humor arregla momentos de enorme tensión, de enorme tristeza y de enorme dolor.

P: Explicas en el libro que te estomaga mucho el exceso de ego que hay mucho en nuestra profesión.

R: Sí, siendo consciente de que yo también tengo mi ego y mi vanidad y quizá también haya momentos en los que a lo mejor, sin pretenderlo, puedo resultar también con cierta soberbia, pero el exceso de ego me estomaga. Me cansa muchísimo ese tipo de gente, yo quiero gente ligera y que me haga reír y que me haga emocionarme. Prefiero gente que me haga llorar de emoción, que las intensidades de vanidoso y del ególatra.

P: ¿Qué siente uno cuando ve su libro en la mesa de novedades en las librerías?

R: Yo se que voy a ir. Me va a dar mucha vergüenza, y como pase alguien de largo o lo mire con mala cara me voy a enfadar. Luego ya tengo a varios amigos que me han prometido que si no está suficientemente bien colocado lo colocarán bien.

P: Me encanta el título, 'Orfidal y caballero'

R: Sí, sí, el título no es mío, pero es de una de las cabezas más brillantes que he conocido en los últimos años, que es mi queridísima amiga Paloma Rando y se le ocurrió un día. Ella lo planteó en un principio como una sección de radio, me dijo que tenía que tener una sección que se llame 'Oficial y Caballero' un poco para "tus cosas", y cuando pensé en lo que quería hacer dije: pues ya está.

P: Leonor Watlin dice sobre tu libro que "ver el mundo desde la ventana de la casa de Ángeles Caballero es un regalo: qué generosidad, qué divertido y qué sencillo"

R: Durante muchísimos tuvimos el cartel de 'Hable con ella', la película de Almodóvar, en casa, y mi hija tuvo una infancia pensando que yo era Leonor Watlin, entonces el día en que dijo "ah yo pensaba que era mamá" pues quise mucho a mi hija porque, claro, compararme con semejante diosa pues está muy bien

P: Oye, ¿cómo ves los idiotés?

R: Yo me lo paso cada vez mejor. Me lo paso tan bien haciéndolo, que creo que habría que hacer unas tomas falsas de los idiotés. Sobre todo, veo una respuesta de la gente que va más allá de que te planteen dilemas

P: Dices en el libro: "No sé a quién se le ocurrió la tontería esa de que con el paso del tiempo uno se vuelve cada vez más conservador, a este cuerpo de casi 50 años le tira cada vez más el monte. ¿Cada día Ángeles Caballero más cerca de la revolución?"

R: Totalmente. Hay 5 o 10 minutos al día en los cuales reivindico cosas que no son ni constitucionales. Cada día estoy menos conservadora, procuro callarme menos las cosas, aunque siempre pienso que la educación y la cortesía están muy por encima, pero cada día un poco más cerca de la revolución. Pero no es un viaje que haya hecho y sola, es por la gente que me rodea.

P: Cada vez saltas más ante las machistadas, las cosas xenófobas, homófobas...

R: A ver, salto pero también te confieso que salto muchas veces en entornos seguros. En ese sentido, a la mujer que era hace 5 o 10 años. Yo creo que el feminismo es una de las cosas que más feliz me hacen y que más me remueven al mismo tiempo.