Blanca Suárez y su afición por el suspense: "Los thrillers son mi debilidad y me engancho muy rápido a todas sus historias"

Madrid

Han pasado ya 18 años desde que Blanca Suárez apareció por primera vez en las televisiones del país dando vida al personaje de Julia en El Internado: Laguna Negra. Su participación en la serie fue su carta de presentación en la industria con un exitoso debut en prime time y una trama que marcaría su destino en el mundo de la interpretación y que la enfrentaría a un género, el suspense, del que no duda en confesar su fanatismo. Ahora, tras dar vida a míticos papeles en series como El barco o Las chicas del cable, o convertirse en una primeriza chica Almodóvar en Los amantes pasajeros, regresa a la gran pantalla con Parecido a un asesinato, el nuevo thriller de terror psicológico del director Antonio Hernández.

Este proyecto es el segundo thriller al que la madrileña se enfrenta en menos de un año. El pasado mes de abril se metió en la piel de Silvia Guzmán, una inspectora que viaja a los yacimientos de Atapuerca para investigar un asesinato en La huella del mal. Suárez señala que "participar en estos dos proyectos, rodados de manera consecutiva en su filmografía, solo ha sido una coincidencia". Sin embargo, comenta que, como espectadora, forma parte del público objetivo de este género: "Soy carne de thriller porque siento que tienen algo que me engancha desde el principio sea una película, una serie o un libro. Entro en las historias y, aunque sea lo peor, me la voy a acabar"

Parecido a un asesinato es la adaptación de la novela homónima de Juan Bolea y gira sobre la vida de Eva, una mujer atormentada por su pasado y acosada por su expareja (Tamar Novas). Esperanzada con su propio futuro, rehace su vida con Nazario (Eduardo Noriega) y su hijastra, Ali, interpretada por Claudia Mora en su debut en el cine. Envuelta en una rutina de cambios, decide pasar un fin de semana en un pequeño pueblo del Pirineo aragonés junto a Ali. En ese momento, y sin saberlo, emprende un viaje hacia el miedo, donde nada es lo que parece.

La actriz relata que enfrentarse a Eva y a todos los acontecimientos oscuros que suceden a su alrededor ha sido un reto. "Es un personaje luminoso y una tipa positiva con una capacidad considerable para remontar, de la manera que puede, en la vida. Su pasado tiene muchas sombras y su presente no tiene tantos problemas, a priori, pero quizás sí, aunque ella no los vea". apunta.

La película reflexiona, además, sobre la tendencia a esconder el pasado. Blanca Suárez, sostenida en la creencia de que la buena ficción no llega a las salas para aleccionar, cree que, con cierta distancia, puede llegar a enfrentar al público con ese espacio mental donde guardamos todo aquello que no queremos contar o que nos avergüenza. "Queremos atrapar en las salas con estos personajes tan completos y llevarlos a su universo. No se busca tanto el identifícate conmigo, sino que empaticen con lo que siente cada personaje", comenta.

Sin ser algo nuevo, la estructura de la película está compuesta por los distintos puntos de vista de cada uno de los personajes para enfrentar verdades paralelas y dosificar los elementos sorpresivos del filme al espectador, anota su director en el concepto más hitchcockiano posible. "Retomamos aquello de que una historia cambia según que ojos lo cuenten. A partir de ahí hemos querido contar eso, las distintas versiones de un hecho concreto para reflexionar sobre la verdad y digerir y entender el background de cada relato", apunta la actriz.