"Me llamaban puta, zorrona y tetuda. Me abrían el cajón y me lo llenaban de mierda": el acoso laboral se incrementa un 125% en cuatro años
En España todos los días tres trabajadores causan baja por algún tipo de violencia ejercida dentro de la empresa. Según la OIT, 1 de cada 4 personas empleadas han experimentado violencia y acoso en el trabajo, ya sea física, psicológica o sexual

"Puta zorrona, tetuda, me abrían el cajón y me lo llevaban de mierda": el acoso laboral se incrementa un 125% en cuatro años
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Hace cinco días Rosa salió de su centro médico con una baja laboral por ansiedad derivada del acoso que sufre en su puesto de trabajo. Ella es vigilante de seguridad en la Universidad de Elche desde hace 20 años, en enero cuando se reincorporó tras una operación médica, comenzó el acoso por parte de uno de sus compañeros: "Empezó a decirme que no valía como vigilante que tenía que buscarme un hombre para que me sacara adelante, que me comprase una máquina de coser, que era una puta y que me costaba con todos los funcionarios de la Universidad". Rosa denunció la situación ante la empresa, externa al centro educativo, y se activó el protocolo que no detectó acoso. En julio presentó una denuncia por la vía judicial.
Entre 2021 y 2025 las bajas laborales por acoso en el centro del trabajo y entre miembros de la misma empresa han aumentado un 125%, según los datos del Ministerio de Trabajo. Una baja de este tipo significa que "de manera sistemática un trabajador soporta en su puesto de trabajo insultos, amenazas o algún tipo de violencia", apunta la psicóloga especializada en este campo, Susana López. Desde el Colegio de graduados sociales, su presidente, Joaquín Merchán reconocen este aumento de casos y lo achaca a la sobrecarga de trabajo, a la aplicación de normas como la ratificación del convenio 190 de la OIT que refuerza la obligación de actuar frente al acoso y a una mayor sensibilización. "La Generación Z eleva el listón, valora el bienestar y la seguridad psicológica y presiona para cambios", matiza.
Un acoso que alcanza a todos los perfiles profesionales
Este tipo de acoso es transversal, afecta a toda la escala jerárquica dentro de las empresas y a todo tipo de ocupaciones. Toni estuvo 23 años trabajando en el sector metalúrgico, el acoso que sufría por parte de dos compañeros no le dejó otra alternativa que solicitar una extinción de contrato. "Yo no podía volver a ese lugar, así que después del juicio pedí la extinción del contrato y me indemnizaron por todos los años de trabajo". El Instituto Nacional de la Seguridad Social reconoció que el acosó que padeció durante dos años y los problemas psicológicos que resultaron de él tuvieron un motivo laboral. Sus compañeros le vigilaban cuando iba a tomar café, hacían pintadas con su aspecto físico y le insultaban: "me llamaban puta, zorrona y tetuda. Me abrían el cajón y me lo llevaban de mierda", relata.
En el caso de Helena, técnica en prevención de riesgos laborales y encargada de explicar los planes de Igualdad y Protocolo frente al acoso en su empresa se enfrentaba a este tipo de situaciones cada vez que ponía en marcha una actuación. "Si tiene tanta mala hostia cómo tendrá que follar", escuchaba decir a sus compañeros. "Cuando hacía inspecciones me decían que mentía habiendo pruebas, me desacreditaban", reconoce que terminó desquiciada. Tanto ella como Toni están paro consecuencia del maltrato que sufrieron en sus centros de trabajo. Según un informe del Ministerio de Sanidad más del 80% de las personas que tienen un trastorno mental grave tienen enormes dificultades de acceso al empleo, y quienes lo hacen ocupan puestos mal remunerados y poco adaptados.
Todas las empresas están obligadas a abrir una investigación y si no lo hacen se enfrentan a una responsabilidad penal, cuyas multas pueden alcanzar los 250.000 euros. Gisela Alvarado, abogada laboralista en Sagardoy Abogados admite que probar este tipo de acoso es complicado, pero que están admitidas "todo tipo de grabaciones tanto a un superior como a un compañeros" y que un tercero también puede interponer la denuncia si el afectado no se atreve.
La regulación que viene para prevenir el acoso laboral
El ministerio de Trabajo junto a los agentes sociales lleva más de un año y medio tratando a justar una nueva ley de Prevención de Riesgos Laborales (la actual tiene 30 años). Habrá que esperar a ver la letra pequeña pero uno de los objetivos es adecuar la definición de acoso laboral al siglo XXI.
Esto significa que se pondrá en el centro todo lo relacionado con el entorno digital, el acoso que sufren las mujeres, incluso la elevación de las temperaturas que incrementa los episodios de violencia. Todo esto en un marco en el que la prevención y la evaluación de riesgos psicosociales sean constantes y transversales. El Gobierno pretende tener listo el texto antes de que termine el año.




