Victoria Camps, filósofa: "La democracia liberal está fallando en muchos aspectos"

La filósofa y catedrática Victoria Camps ha pasado por los micrófonos de El Faro para presentar su nuevo libro La sociedad de la desconfianza (2025), en el que reflexiona sobre el individualismo, la pérdida de la confianza en las instituciones y los proyectos que defienden lo común, y la debilitación de las democracias. Camps argumenta que en esta sociedad capitalista, individualista y egoísta, los ciudadanos han dejado de creer en el valor de la colectividad.

La filósofa expone un problema que cada vez afecta más a personas experimentadas y con inquietudes intelectuales, y es que están dejando de ver los informativos y de creer en los medios de comunicación. "Estamos hartos. Están excesivamente politizados. No se dan noticias de cosas que podrían interesar más, parece que la política es lo más importante y, lo que no es política, se politiza enseguida, en cuanto se convierte en noticia", afirma.

La sociedad de las redes sociales

El panorama político para la pensadora está "insoportable", donde solo prima la bronca, la confrontación, la controversia y el espectáculo. "Tenemos unos presidentes, no solo aquí, en todas partes, que son realmente estrafalarios. La democracia liberal está fallando en muchos aspectos", asegura, a la vez que incide en que el problema también reside en la desconfianza a la información que nos transmiten.

Un obstáculo que se agrava en la sociedad actual, donde se incentiva el consumo de contenido a través de las redes sociales, dejando de lado los medios tradicionales de prensa escrita y audiovisuales. "Pensábamos que nos daría una información más amplia y no es verdad. Tendemos a quedarnos en el mundo de información que queremos escuchar, porque nos desborda todo lo demás. Es contrario a lo que debería ser la base de una democracia deliberativa, donde se discutieran los grandes problemas, donde se escuchara al otro, donde se contrastarán opiniones", insiste.

Algo que la filósofa asegura no ocurre exclusivamente en el entorno de la política, sino en todos los aspectos de la sociedad. Camps argumenta que cada individuo vive "en su burbuja" y se ha dejado de lado el tiempo para pensar. "El tuit ha convertido lo que debería ser una opinión en algo que está restringido a un número de palabras y que hay que darlo, además, inmediatamente. Es una aberración, es la negación del pensamiento y de la reflexión", concluye.