El ultimátum que cambió la carrera de Agustín Díaz Yanes para siempre: "O la ruedas tú o no juego más a este juego"

Madrid

Hace ya varios días, concretamente el pasado 5 de octubre, se cumplieron 30 años desde el estreno de Nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto. Una película, dirigida por Agustín Díaz Yanes, que supuso un antes y un después en la carrera de un director novel, pero que, sin embargo, ya tenía mucha experiencia en el campo del cine. Porque mucho antes de estrenar esta película, el director ya había trabajado como guionista para otras películas como Baton Rouge, A solas contigo o Demasiado corazón.

Sin embargo, no se atrevía a dar el salto a la dirección. Por aquel entonces se ganaba la vida dando clases y haciendo traducciones de inglés y era consciente de que no iba a poder aunar ambos mundos. De ahí que prefiriera seguir el camino de la enseñanza y dejar la dirección a un lado. Pero todos eran conscientes de que había potencial detrás de su pluma, tal y como te hemos contado en el último programa de Sucedió una noche: "A Tano, como todos le llamaban, le gustaba escribir. En los bares modernos de los 80 conoció a gente como Pedro Almodóvar o Victoria Abril, y estos le animaron a escribir para el cine".

El ultimátum de Victoria Abril

Siguió escribiendo y escribiendo hasta que dio con una historia que le removió por dentro: "Fue un guion que escribí un poco con esa libertad que tienes cuando empiezas a escribir guiones y ese tipo de cosas. Cuando no estás abrumado por tu pensamiento, por la industria, ni por nada, sino que dices ¡Venga! Y entonces me salió un guion salvaje". Y cuando estaba buscando alguien que pudiera dirigirlo, Victoria Abril le dijo que fuera a verle a su casa.

‘La princesa prometida’, Buster Keaton y ‘Nadie hablará de nosotras’

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Todo ello para pedirle que dirigiera la película y que dejara de enviársela a directores mediocres para evitar que hicieran un estropicio con ella: "Tano, estoy hasta el coño de que me escribas guiones fantásticos y luego se los des a directores mediocres y salgan películas mediocres. Con lo cual. Esta película o la ruedas tú o yo ya no juego más a este juego". Agustín Díaz Yanes no quería dar el salto a la dirección, pero, tras escuchar las palabras de Victoria Abril, no tuvo más remedio que hacerlo: "O la ruedas tú o no hago la película". Total, que no tuvo más remedio que dejar la universidad y ponerse a rodar la película Nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto.

Un éxito mayúsculo

Y fue un auténtico éxito. De hecho, ganó un total de ocho Premios Goya entre los que destacan el de Mejor Película, Mejor Director Novel y Mejor Guion Original, demostrando así que Victoria Abril estaba en lo cierto y que la carrera de Agustín Díaz Yanes debía seguir por el campo de la dirección. Pero no solo eso. Victoria Abril y Federico Luppi ganaron los Premios Goya a mejor actor y actriz protagonista, respectivamente, y Pilar Bardem el premio a mejor actriz secundaria.

Tras el éxito de esta primera película como director, Agustín Díaz Yanes comenzó a dirigir otras películas como Sin noticias de Dios, Alatriste, Solo quiero caminar y Oro. Y a todas estas hay que sumarle una más, Un fantasma en la batalla, que se ha estrenado recientemente en algunos cines y que gira en torno a una infiltrada en la banda terrorista ETA.