Las Huecas: humor antifascista frente a los payasos de la ultraderecha

Júlia Barbany, Núria Corominas y Andrea Pellejero forman Las Huecas, una compañía que va a cumplir diez años y que nació con la voluntad de llevar a cabo creaciones escénicas desde la práctica colectiva. Después de casi década girando por festivales independientes y salas de la península, hoy llegan a los escenarios del Centro Dramático Nacional. Estrenan en el Teatro Valle-Inclán Risa caníbal / Riure caníbal, una pieza que fusiona comedia, thriller de terror psicológico y sátira política. El proyecto es una reflexión sobre la maldad, dicen, que nace de su preocupación ante la deriva fascista del norte global. "Es más importante que nunca dar una respuesta y nosotras solo podemos hacerlo desde el teatro. Un teatro comprometido, posicionado artística y estéticamente", advierten.

La acción se sitúa, en primer lugar, en un teatro. Después, en una plausible y precaria sala de espera de una convención de líderes de la ultraderecha. En esta especie de no lugar, los personajes, sujetos a sus propias escenificaciones, narraciones y performatividades, se verán conducidos al ridículo, al delirio y finalmente, a su propia autodestrucción. "A nosotras nos gusta desconcertar al público, que intente entender por dónde vamos, no por provocar, sino porque queremos que esté con nosotras, que nos acompañe pensando qué está pasando y qué estamos haciendo", explican.

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A las tres les llama la atención cómo la ultraderecha o el posfascismo escenifica la política, teatraliza los discursos y actos políticos. "Nos dimos cuenta de que en esta ola reaccionaria hay mucho uso del humor, de la comedia, de la ironía, incluso de la parodia. Las derechas siempre han usado la parodia para ridiculizar, pero esta vez había algo que iba más allá. Tú ves a Donald Trump y no puedes decir que es un personaje serio, parece más un payaso que un hombre serio. Así que proponemos una restitución del orden de las cosas en escena, porque nos están robando los lenguajes que nosotras, las comediantes, usamos".

Es un ajuste de cuentas ante la normalización de discursos ultraconservadores, racistas, islamófobos y machistas que están en todos lados. Humor antifascista en estos tiempos en los que el presidente de Estados Unidos ha declarado el movimiento Antifa como organización terrorista. "Es una reivindicación del humor como arma antifascista". Aunque estás lideresas a las que interpretan no son nadie en particular, nos advierten, sí están inspiradas en líderes a los que podemos reconocer. Desde Trump, Bolsonaro o Javier Milei, a Giorgia Meloni o Isabel Díaz Ayuso. "La novedad de la ultraderecha es que las mujeres toman posiciones de poder para captar el voto femenino, que no lo tienen. Meloni es bastante payasa, pone unas caras muy cómicas. Ayuso también podría estar perfectamente en El Club de la Comedia", dicen.

Con las tres hemos repasado diez años de trayectoria. Desde Projecte 92, que ridiculizaba aquel relato triunfalista de los Juegos Olímpicos de Barcelona, a Aquellas que no han de morir y De l’amistat. El año que viene estrenan La viralidad del mal, una pieza hermanada con esta Risa caníbal / Riure caníbal. "Vamos a trabajar con Proyecto UNA, un colectivo anónimo de pensadoras que reflexionan sobre cómo funciona la extrema derecha en internet, ese gran espacio donde ahora mismo se están manifestando todos los movimientos de ultraderecha y los posfascismos. Vamos a trabajar sobre el humor en las redes y en internet, cómo la extrema derecha usa estos canales para su divulgación", explican.