Montescos y capuletos

Madrid

Ocurra lo que ocurra mañana, cuando los últimos accionistas del Banco Sabadell decidan si acuden a la OPA hostil presentada por el BBVA, el sistema financiero español no será el mismo.

Lo sentirán en primera instancia los propietarios, los clientes y los empleados de ambos bancos, pero a continuación notaremos las consecuencias todos los demás ciudadanos, dado que España es un país muy bancarizado.

La competencia ha disminuido en ese sistema de modo radical: hace medio siglo existían 50 bancos y alrededor de medio centenar de cajas de ahorro. Luego llegaron los “siete grandes”. Ahora hay tres grandes bancos, dos medianos y han desaparecido prácticamente todas las cajas de ahorro. Cataluña, cuna del Banco Sabadell, ha perdido nueve de las 10 entidades financieras desde que comenzó la Gran Recesión, en 2007. Solo se mantiene Caixabank, con sede social en Valencia, y dos sedes operativas, en Madrid y en Barcelona.

A partir de mañana cesarán las intensísimas campañas de publicidad que han afilado las cuentas de los medios de comunicación y las redes sociales, financiadas por ambos bancos, el opante y el opado, y uno aparecerá como vencedor y otro como vencido. Montescos y capuletos.

La batalla entrará en otra fase. Los movimientos no han acabado.