El problema al que se ha enfrentado Álex García en toda su carrera: "Llevo haciéndolo desde que tengo 20 años"

Alejandro García (San Cristóbal de La Laguna, 1981), comúnmente conocido como Álex García, es uno de los actores españoles más queridos de nuestro país, especialmente entre los amantes de las series de televisión. Su primera aparación en la pequeña pantalla fue en la serie Compañeros y pronto se haría hueco en Amar en tiempos revueltos. También es conocido por su papel en Sin tetas no hay paraíso o en el largometraje Seis puntos sobre Emma, en el que coincidió con la actriz Verónica Echegui.

Pero sin duda, esta serie empujó al actor a primera línea fue Antidisturbios, por la que estuvo nominado en los Premios Feroz, los Premios Forqué y los Fotogramas de Plata. En esta miniserie de Movistar+ creada y coescrita por Isabel Pena y Rodrigo Sorogoyen, el canario interpreta a un policía antidisturbios que, junto a otros cinco compañero, se enfrenta a una acusación de homicidio por el fallecimiento de un hombre durante un deshaucio.

Un papel que marcó significativamente la vida del actor y, particularmente su imagen, algo sobre lo que ha querido reflexionar James Rhodes en su última entrevista en En clave de Rhodes. "Muchas veces, hay una persona completamente diferente y, en una profesión en la que todo es hacia fuera, me surge la curiosidad de: '¿Quién está detrás de esa imagen de tío atractico, seguro de sí mismo e incluso serio?'...", ha dicho, antes de confesar que el actor le había pedido antes de empezar la grabación que se refiriese a él como Alejandro, y no Álex, como los medios y el entorno cultural está acostumbrado a utilizar.

"Es curioso porque mi nombre es Alejandro pero yo acepté que se quedara como Álex y muchas veces —no era importante y no lo ha sido hasta ahora—, siempre decía: '¿Por qué me ponen Álex?' Es una cosa que nunca me he permitido ser el dueño", explica el actor, que ha pasado a reconocer que, desde hace años, se ha malinterpretado su imagen.

James Rhodes se ha atrevido a describir al tinerfeño como "humilde", "suave" y "dulce", una representación que, según el presentador, nadie tiene que ver con la imagen que ha proyectado al exterior a través de sus personajes. "Es interesante que no me conozcan realmente porque me dedico a hacer personajes que, cuantas más posibilidades hay de que se crean todo de ese personaje, mejor", dice.

A lo largo de los años, se ha asociado y etiquetado a Álex como un tipo duro y serio, algo que ha trascendido más allá del mundo del cine y contra lo que el propio actor no ha podido luchar. "Haces Antidisturbios y te dicen: 'Vamos a hacer algo super contemporáneo en la portada de esta revista, te vamos a poner una chaqueta de cuero y una camisa de tirantes' Llevo haciendo eso desde que tengo 20 años", cuenta con ironía y resignación.

De ahí que hayamos poder fotos del intérprete en modo "guaperas", aunque no es la que mejor represente su personalidad o su forma de ser. "Te dan un premio un día y cogen esa misma foto que hiciste en el 2007 o la foto de Tierra de lobos, que no es la que más tiene que ver conmigo, que incluso es un personaje, para identificarte", lamenta.