España brilla con un doble oro en el Mundial de Cagliari

Una medalla de oro. Un objeto que ha ido ganando cada vez más relevancia a lo largo de la historia del deporte. Un objeto que es algo más: representa la pasión, la ilusión y la esperanza de millones de deportistas en todo el mundo. Como es evidente, todo el mundo está emocionado con el nivel que está mostrando la selección española de fútbol. Sin embargo, los nuestros en vela no se quedan atrás.

Paula Barceló y María Cantero, estando por primera vez juntas, se proclamaron campeonas mundiales de 49er FX en Cagliari (Cerdeña, Italia), escribiendo un nuevo capítulo de la vela española. Pero no fueron las únicas en hacer sonar el himno nacional. Poco después, Diego Botín y Florian Trittel conquistaron en 49er la única corona que se les resistía hasta hoy, sumando otra hazaña a su historial de campeones olímpicos, europeos y de SailGP. Su regreso a la clase 49er tras 14 meses de ausencia, desde el oro en París 2024, terminó siendo un espectáculo de dominio y clase.

En la gran final, cuatro barcos —España, Canadá, Gran Bretaña y Suecia— se han disputado la corona. Barceló y Cantero han brillado desde la salida, arriesgando con una maniobra a babor que las situó al frente de la flota y les permitió dominar todo el recorrido. Una vez líderes, no cedieron ni un metro y cruzaron la meta con los brazos en alto, abrazándose y celebrando un oro que supone la segunda corona mundial para Barceló, ya campeona en 2020 como tripulante de Támara Echegoyen, y la primera para Cantero.

"Estamos aún en shock y muy felices por cómo hemos navegado a lo largo de la semana. Hemos estado bien en todas las condiciones", confesó Barceló desde el barco. Cantero añadió: "Todos los equipos han navegado muy bien hasta el final. Ha sido una batalla intensa en la que hemos disfrutado, pero también sufrido".

Mientras tanto, España esperaba más gloria en 49er. Diego Botín y Florian Trittel llegaron a Cerdeña directamente desde Cádiz, tras disputar el Gran Premio de Andalucía de SailGP, sin expectativas de oro, pero con la ambición de medir su nivel tras 14 meses sin competir en la clase. Apenas habían retomado los entrenamientos juntos durante un par de meses, pero su talento y experiencia, forjados en el oro olímpico, hablaron por ellos.

Desde el martes, Botín y Trittel dominaron la flota, recuperando la primera posición el viernes y manteniéndola hasta la Medal Race final. Al igual que las chicas, aseguraron su lugar entre los cuatro mejores y, en la gran final, demostraron que siguen siendo los mejores. Con regates precisos y una táctica impecable, cruzaron la meta como campeones, sumando un segundo oro a la jornada y confirmando que la vela española vive un momento dorado en Cagliari.