Junts y Podemos: radiografía de los objetivos de los dos principales quebraderos de cabeza del Gobierno

Madrid

El Gobierno se ha apuntado esta semana dos victorias parlamentarias: ha aprobado el decreto sobre el embargo de armas a Israel y también la ley de movilidad, que era fundamental para el desembolso de 10.000 millones de fondos europeos. Las normas salieron adelante gracias al sí de Podemos, en el primer caso, y a la abstención de los morados en el segundo.

Sin embargo, tanto el partido de izquierdas como Junts se están convirtiendo esta legislatura en los dos grandes dolores de cabeza para el Ejecutivo por cómo condicionan, con sus vaivenes, la mayoría en el Congreso, hasta el punto de convertirse en los principales escollos para sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado.

Los de Puigdemont ya tumbaron en 2024 los objetivos de déficit, el primer paso en el trámite de las cuentas. Sonada fue también la derrota del Gobierno con la reducción de la jornada laboral, medida estrella del Ministerio encabezado por la vicepresidenta Yolanda Díaz y que los Puigdemont dejaron caer colocándose en el bloque de PP y Vox.

Los siete noes de los catalanes también condicionaron la ayudas sociales destinadas a las pensiones o al transporte público -el famoso decreto ómnibus- que posteriormente se pudieron aprobar, intensas negociaciones mediante.

En el caso de Podemos, más que tumbar medidas, han puesto peros a los principales decretos, no solo por este sobre el embargo de armas a Israel que tachaban de fake pero que luego aprobaron. Los morados, desde su salida del grupo parlamentario Sumar, han mostrado en reiteradas ocasiones su distanciamiento del Gobierno de coalición. "Marcó un distanciamiento claro con el Gobierno" asegura Pablo Simón, analista político, para "erigirse como el principal referente de la izquierda a la izquierda del PSOE".

Para muestra, su abstención en algunas medidas clave impulsadas desde el Consejo de ministros: el decreto para paliar los aranceles decretados por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Pero sin duda, la foto que retrata estos distanciamientos fue la votación para convalidar el decreto con medidas.

Del bloque de investidura se descolgaron Junts y Podemos, estos últimos coincidiendo sorprendentemente con la ultraderecha de Vox y el Partido Popular. Lo mismo ocurre con Junts, para Simón, la estrategia de los juntaires responde a una táctica electoralista porque "está compitiendo con una Aliança Catalana que cada vez tiene más importancia en Cataluña y le está haciendo perder primacía electoral" en su espectro.