Alberto Caballero, creador de 'Aquí no hay quien viva': "Casi todo lo que hemos escrito ha pasado de verdad"

Un vecino puede cambiarte la vida, a mejor o peor ya depende de la suerte que tengas, pero "que te la amargue, eso está clarísimo". Así de directo es Alberto Caballero, guionista, director y creador de Aquí no hay quien viva o La que se avecina, entre otras. Para ellos, los dramas de escalera y discusiones de rellano les ha dado "una forma de vida", confiesa. Lo que quizá pocos saben es que buena parte de esas historias, de la esencia de dos de las ficciones más queridas de la televisión española, tienen su origen en hechos reales.

"Casi todo lo que hemos escrito, de una forma u otra, ha pasado en la realidad", explica Caballero. "Puedes parodiarlo más o menos, pero nos han llegado historias que incluso parecían exageradas de lo surrealista". Para el creador, es más que cierto "eso de que la realidad supera la ficción”.

El guionista confiesa que detrás de cada capítulo hay retazos de la vida cotidiana, desde los nombres de los personajes hasta los conflictos más absurdos. "Podemos tener cierta creatividad, pero muchas cosas te vienen del día a día: desde nombres de personajes, a frases o circunstancias", explica.

El nacimiento de Juan Cuesta

Pero si hay un personaje que marcó un antes y un después en la televisión española, ese fue Juan Cuesta, el presidente de la comunidad en Aquí no hay quien viva. Su origen, cuenta Caballero, también está inspirado en la realidad.

"Cuando empezamos a escribir la serie entrevistamos a un administrador de fincas. Le dijimos: 'Lo peor que te puede pasar en la vida es ser presidente de una comunidad, ¿no?'. Y nos contestó: 'Hay gente que le flipa ser presidente y lo pone en su tarjeta de visita'. De ahí salió Juan Cuesta", explica. "Nos pareció maravilloso poner un presidente de la comunidad que le encantase ejercer y un empleado, que era Emilio, que no lo odiara, sino que le admirara, que le tuviera como referente", recuerda el creador y guionista. Una relación tan absurda como entrañable que se convirtió en uno de los ejes cómicos más recordados de la serie.

Incluso Antonio Recio, el empresario del pescado más odiado y querido a la vez, tiene un origen muy personal. "Es el apellido del mayor enemigo que tuvo mi padre cuando nos mudamos a una urbanización siendo pequeñitos", recuerda. Esto sumado a algunas características de la vecina de arriba de su hermana cuando se emancipó dio como resultado al personaje que hoy en día todos conocemos: Antonio Recio.

Humor de comunidad que no pasa de moda

Para Caballero, el humor vecinal sigue tan vigente como siempre, solo que ha cambiado el escenario: "Las reuniones de vecinos ahora son permanentes en los grupos de WhatsApp". El guionista ha asegurado que, en su criterio, "lo peor que te puede pasar en la vida es ser presidente", en especial hoy en día que "no hay un infierno mayor que tener a todo el mundo conectado en una reunión constante".

El creador defiende que esa conexión con lo cotidiano es lo que mantiene vivas sus series: "Tomamos decisiones muy buenas al principio: no meter risas enlatadas y no hacer chistes temporales. Como la sociedad no ha avanzado tanto, los capítulos siguen siendo actuales". Tras casi dos décadas de historias, portales y discusiones de escalera, Caballero lo tiene claro: el humor no es solo entretenimiento, es supervivencia. "El humor es el principal mecanismo de defensa que tenemos. Cuando te ríes, tu estado de ánimo siempre mejora un poco", asegura.