Acción contra el Hambre hace un llamamiento a no olvidar la hambruna en Gaza: "Lo peor que les pasa a los desnutridos es que no se hable de ellos"

Madrid

Tras el alto el fuego alcanzado por Israel y Hamás, el Ejército israelí ha empezado a permitir la entrada de ayuda humanitaria en Gaza. Las imágenes de los gazatíes apelotonándose en los vehículos dejan entrever la hambruna que han sufrido y que, aún a día de hoy, padecen. Aunque está entrando ayuda, no es suficiente, y la UNRWA ya ha solicitado el acceso sin restricciones a alimentos y otros productos básicos.

En este momento, y según los últimos datos de Naciones Unidas, más de 54.000 gazatíes menores de cinco años sufren desnutrición aguda y tienen un alto riesgo de morir. Esto sustenta otra de las afirmaciones de la agencia: la Franja ha alcanzado la fase 5 (catastrófica) de hambruna.

Una de las organizaciones que trabaja para combatir la hambruna en todo el mundo es Acción contra el Hambre. El equipo de Hora 25 ha estado en la sede de la institución, en Madrid, donde han hablado con el director de Innovación, Amador Gómez, quien ha respondido cuál es la carga emocional de tratar con personas en situación de desnutrición grave, y cómo se enfrentan a la dura realidad de atender a un niño que, saben, tiene muchísimas probabilidades de morir de inanición.

"Sabemos que a veces no obtenemos el resultado que esperamos, y forma parte de nuestro trabajo, pero también sabemos que el 95 % de los niños que tratamos se recuperan", aseguraba Gómez. De hecho, Acción contra el Hambre ha ayudado a unas 340.000 personas en Gaza, de las cuales 170.000 eran niños o niñas.

El director de Innovación de la organización ha resaltado que el porcentaje tan alto de éxito, sumado a la cantidad de personas que han podido ayudar, "es lo que les motiva". "Continuamos empeñados en no descansar y en seguir buscando complicidades que se quieran sumar al objetivo de Acción contra el Hambre".

Gómez ha querido destacar que Acción contra el Hambre es una "suma de muchos profesionales, más de 8.500 trabajando en todos los rincones: ingenieros, médicos, nutricionistas, enfermeros, logistas... Todos empeñados en ese esfuerzo. Y a esa complicidad se suma otra: la de los ciudadanos que no aceptan como normal lo que no lo es".

Lo peor reside en el olvido

El director ha hecho un llamamiento ante la grave situación humanitaria que se vive en la Franja de Gaza: "No es normal que un niño muera por desnutrición, y no lo podemos aceptar como normal. Como nos negamos a aceptarlo, hay muchos ciudadanos que se hacen cómplices de nuestro esfuerzo".

Por último, Gómez ha señalado también la importancia de los medios de comunicación, "capaces de hacer que esto se visibilice, porque lo peor que les pasa a los desnutridos hoy no es estar desnutridos, sino que no se hable de ellos. Lo peor de los hambrientos es que nos hayamos acostumbrado a sus números, a sus cifras, a su realidad, y que la vivamos con normalidad. Ese es el peor drama que sufren los desnutridos".