Díaz Yanes mira a ETA en su nueva película: "Lo más duro fue enseñarle la película a los familiares de las víctimas"
"Me daba miedo que pensasen que era un idiota", ha confesado el director en 'La Ventana'

Agustín Díaz Yanes: "Lo más duro fue enseñarle la película a los familiares de las víctimas"
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
Madrid
La historia de ETA fue hasta 2020 un campo inexplorado. El cambio comenzó con la adaptación televisiva de la novela de Fernando Aramburu, Patria. Más adelante fue el turno de Maixabel y hace justo un año se estrenó La Infiltrada. En 2025, ETA vuelve a ser contada a través de Un fantasma en la batalla. Tras dos semanas en cines, este 16 de octubre, la última película de Agustín Díaz Yanes estará disponible en Netflix.
El nuevo trabajo de Díaz Yanes narra la mayor operación encubierta contra ETA. La protagonista de la historia es Amaia, una guardia civil que se infiltra en la banda terrorista durante más de una década con el objetivo de localizar los zulos secretos en el sur de Francia.
El proceso de documentación
El principal reto de la película fue el de documentación, porque "los infiltrados no existen", ha explicado el director. Partiendo de esa base, el proceso inició con la lectura de muchas novelas de espías, pero también ayudó la experiencia del director como militante del Partido Comunista prohibido en España durante la dictadura franquista: "Conocía muy bien la clandestinidad".
Por último, la Guardia Civil verificó la veracidad del guion y explicó al equipo lo que suponía realmente ser un infiltrado o infiltrada. "Nos contaron que no podías ni ir al entierro de tu padre", ha explicado el director.
Los familiares de las víctimas
Para Díaz-Yanes era muy importante la aprobación de los familiares de las víctimas que aparecen en la película. De hecho, ellos fueron los primeros en ver Un fantasma en la batalla. Algunos, como la viuda y la hermana de Gregorio Ordóñez, estuvieron en el estreno de la película en San Sebastián. "Me daba miedo que pensasen que era un idiota", ha confesado Díaz Yanes en La Ventana.
¿Por qué la mirada de una infiltrada?
Las novelas de espías no solo fueron clave para la documentación, sino que fueron la inspiración de la propia película. "Me encantan estas historias y siempre quise algo desde esta perspectiva", ha dicho su director.
Para Yanes, lo interesante se encuentra en el desconocimiento general que existe sobre esta parte del trabajo de los policías. Además, explorarlo en una época donde "la organización era selectiva con sus víctimas", le pareció una buena idea. Sin embargo, la película no está hecha con fines pedagógicos, el objetivo es "contar algo y que emocione", aclaraba.




