Javier del Pino revela una de las experiencias más traumáticas de su vida: "Me hubiera gustado no meter este miedo"

Durante una conversación sobre plagas urbanas, Javier del Pino compartió en A vivir que son dos días de la SER uno de los episodios más inquietantes que ha vivido. Una experiencia que, según sus propias palabras.

Todo ocurrió en Washington, donde Del Pino residía con su familia. En el sótano de su casa, un espacio perfectamente acondicionado y habitual zona de juegos para sus hijas, se encontraba también un baño. Un día, las niñas comenzaron a gritar: creían que su mascota escolar, un conejillo de indias llamado Fassy Bear, había caído al inodoro. Al bajar corriendo, la familia descubrió que no era el animal doméstico, sino una enorme rata que emergía directamente de la taza del váter.

Cuando digo que medía medio metro, no exagero. Era una rata enorme, imposible de confundir con otra cosa. Salía directamente de la taza del váter". La escena, digna de una película de terror, se agravó por el desconcierto inicial: durante unos segundos, pensaron que se trataba del conejillo de indias. La rata, moribunda, fue finalmente retirada con palos y arrojada a una alcantarilla. Más tarde, les explicaron que la nieve había taponado las salidas naturales de las alcantarillas, obligando a los roedores a buscar refugio en el interior de las viviendas.

El periodista reconoció que este episodio dejó una huella profunda en su familia. "Me hubiera gustado no meter este miedo a la gente, pero esto puede pasar", confesó, consciente de que el impacto emocional fue duradero. El caso, aunque insólito, no es único: incluso el cineasta Richard Attenborough habría vivido una situación similar, según contó Del Pino.