Pau Víctor: "Lamine no hace caso de las críticas, si le dices que no haga algo, lo hará más"

Pau Víctor (26 de noviembre de 2001) ha fichado este verano por el Sporting de Braga después de un año histórico defendiendo la camiseta del Barça. En una entrevista en el Què t'hi Jugues! de SER Catalunya ha explicado detalles y anécdotas de aquella temporada histórica que acabó con otros tres títulos en las vitrinas del Barça.

Pau Victor: “Anàvem a qualsevol partit sabent que el guanyaríem; és una sensació que no sé si tornaré a viure”

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¿Cómo te tratan en Portugal?

Muy bien, muy bien, muy contento en este momento.

Estábamos revisando las estadísticas de TV, preparando la entrevista. La temporada pasada en el Barça, 379 minutos con 29 partidos…

Sí, el año pasado pude participar en muchos partidos, lo único que siempre me tocaba entrar en los últimos minutos, así no sumaba minutos, pero bueno, muy feliz por la temporada pasada. Creo que aprendí mucho, sumé mucha experiencia, pude disfrutar de estar jugando con el mejor equipo del mundo.

Eres el fichaje más caro de la historia del Sporting de Braga, ¿Te lo han repetido mucho o no?

Sí, Dios mío, en las entrevistas me lo repiten bastante. No le doy mucha importancia, lo importante es que estoy feliz, con los compañeros estoy muy bien, muy integrado, y con el cuerpo técnico igual, así que es lo importante.

Fueron 12 más 3 en variables. ¿Prefieres que no te lo digan?

Sinceramente, me da igual, porque son cosas que no dependen de mí, que a mí no me afectan en nada, así que intento no pensarlo.

¿Qué objetivos te marcas en el Sporting de Braga?

Lo principal es ganar partidos con el equipo y si puedo, hacer muchos goles, que es lo que me gusta. Estoy en un proceso de adaptación que espero que termine lo más rápido posible porque quiero ser un jugador importante dentro del equipo y poder crecer a nivel futbolístico.

El Braga tiene un entrenador que también es catalán, que es Carles Vicens. ¿Qué tal con él?

Muy bien. Antes de venir aquí hablé con él, fue él quien me convenció de venir, creo que es un entrenador con unas ideas de juego increíbles, entiende muy bien el juego, viene de la filosofía City. Creo que en un futuro oiremos hablar de él y poder disfrutarlo cada día es increíble.

Tenías ofertas de Primera División Española, ¿por qué decidiste irte a Portugal y no quedarte en Primera?

Sí que había otras propuestas, pero el Braga fue el club que más apostó por mí. También fue importante el míster, hablar con él. Lo que me transmitió fue muy positivo y me gustó muchísimo, creo que fue todo un conjunto de cosas que me acabaron haciendo fácil la decisión.

Te ganaste el continuar al primer equipo del Barça gracias a una muy buena pretemporada en su momento, ¿qué recuerdas del momento en que se te abre la posibilidad de jugar al Barça?

Siempre luchaba para llegar al fútbol profesional, pero nunca me había imaginado llegar al primer equipo del Barça, ni mucho menos. Cuando me dijeron que este sueño en realidad fue increíble, no me lo acababa de creer. Me llamó mi agente, y le pregunté: ¿me quieren fichar para cederme o para quedarme? Y me dijo: para quedarte. Y respondí, pero hostia, ¿cómo quieres que me quede? Flipé. Y luego hago una gran pretemporada y eso me dio mucha confianza. Todo fue muy rápido y lo pude disfrutar poco, era todo tan rápido que lo tenías que vivir al momento. Ahora que estoy fuera lo valoro más que cuando estaba dentro.

¿A Flick la sensación es de agradecimiento por la oportunidad o aquella cosa que te queda dentro de qué lástima no haber tenido más minutos de calidad, digamos?

A Flick le estoy muy, muy agradecido. Sí que es verdad que un jugador siempre es ambicioso y creo que en diferentes momentos podría haber tenido más minutos. Pero eso era decisión suya, y al final, creo que la temporada no fue mal y tampoco le puedo reprochar nada. Estoy muy contento con él, siempre fue muy atento conmigo cuando no jugaba. Me venía a dar ánimos, me venía a decir que siga así, que estaba haciendo las cosas bien y que estuviera tranquilo. El día antes de irme fui a hablar con él, me transmitió que estaría muy atento a mí, que le sabía mal mi situación, porque era un jugador al que apreciaba mucho, pero bueno, al final, por circunstancias, no fue como me habría gustado, pero lo disfruté al máximo. Cero sentimiento de reproche, si no todo lo contrario.

Es un entrenador que habla mucho con los jugadores, ¿no?

Sí, creo que todos lo decíamos. Es un padre para todos nosotros, creo que estaba muy atento a todos, a los jóvenes, a los más veteranos, era increíble y poderlo disfrutar fue una maravilla.

¿Cómo viviste los días de enero en que no estabas inscrito?

Fueron unos días un poco jodidos, había muchos sentimientos encontrados, pero el club en todo momento nos transmitía confianza, yo confié en el club, en ningún momento me planteé la opción de salir, creo que Olmo tampoco y al final salió bien.

Al final la temporada fue histórica. ¿En qué momento hacéis el clic y pensáis que ganaríais muchos títulos?

Nos divertíamos mucho entrenando y la sensación, era una sensación muy fuerte de ir a un partido sabiendo que lo ganabas. Era algo que no sé si volveré a vivirlo. Íbamos a un partido a jugar contra la gran mayoría de equipos y saber que ganarías el partido, era muy fuerte.

¿Cuál fue tu día más bestia del que viviste?

Cuando en la pretemporada marqué dos goles contra el Madrid, eso me cambió un poco la vida. Fue el primer día que pensé, ¿qué estoy haciendo?

¿Y como equipo, en grupo?

Yo recuerdo mi primer título, la Supercopa, y la manera en que la ganamos. Fue el primer trofeo y contra el Madrid. Fue un día increíble. Y el de la Copa del Rey, que fue tres cuartos de lo mismo.

Cuando Flick explica cómo quiere jugar con la defensa avanzada, ¿entre vosotros habláis de si es un suicida o no?

Sí. Ahora ya nadie tiene dudas dentro de la plantilla, pero en la pretemporada, cuando hacíamos mucho trabajo de vídeo de la línea, nos miraban diciendo, ¿cómo quieres poner la línea tan arriba?

Empezamos a ver que todos caían en fuera de juego cada vez, y que nos salía. Yo en los entrenamientos lo sufría mucho contra Íñigo, Cubarsí, Araujo... Era muy complicado tirar desmarques. Dio mucho rendimiento, pero al principio hablábamos entre nosotros y decíamos: hostia, ¿y cuando te coja un extremo que sea rapidísimo y no lo puedas para, qué vamos a hacer? Lo solucionamos bastante bien.

¿Os machacaba mucho con la presión?

Sí, era jodido, porque si no presionabas el día siguiente te ponía el vídeo diciendo: mira, esta no la presionaste bien. Tenías que presionarlas todas, hacer lo que él decía. Como los resultados iban bien y veías que tenía mucha lógica lo que él decía, pues lo hacías.

¿Dudasteis en algún momento?

No. Tuvimos un muy buen inicio, después hubo una caída, no sabría decir por qué y después el día de Atlético de Madrid, antes de ir a vacaciones de Navidad. En aquel partido perdimos de manera injusta y creo que el equipo hizo un click y dijo: hostia, si jugamos así, nadie nos podrá ganar.

Qué putada la noche de Milán, ¿no?

Muy fuerte. Fue muy duro. Cuando marca Raphinha nos pensamos que ya estábamos en la final y después de tantos años como aficionado… Yo en la última final la viví desde la grada. Fui al campo en Berlín. Y poder vivirlo en el césped, no sé si volveré a tener la posibilidad de estar tan cerca de vivir en la final de Champions. Fue muy duro.

¿Alguien lloró en el vestidor después de ser eliminados?

La pregunta sería si alguien no lloró, la verdad. Fue muy duro. Creo que a todos, en algún momento, alguna lágrima nos cayó.

Los Víctor son estirpe culer de toda la vida, porque tu hermano, que está en el juvenil y el Barça Atlètic ya, esta semana ha entrado con el primer equipo. Por tanto, ya tenemos un otro Víctor.

Está muy contento. Gran jugador, gran jugador. Es lateral y está haciendo su carrera. Es un buen jugador desde la generación del 2007, que parece que no era mala camada.

Del 2007 es Lamine Yamal con él, ¿cómo era entrenar con él?

Increíble. El día que él quería ganar un partido corto, ganar unas finalizaciones, no podías hacer nada. Era sentarte y mirar, porque cuando recibía la bola, si quería irse de cuatro, se iba y te la clavaba. Es diferente al resto.

¿Qué te parece esta crítica que se ha instalado alrededor por su estilo de vida?

Lo bueno que tiene Lamine Yamal es que a las críticas no les hace mucho caso. Se centra en él mismo. Y si le dicen que no haga una cosa, tal vez lo haga más para que le digan más cosas. Creo que no le afecta. Yo creo que tampoco le afecta. La gente lo querrá desestabilizar porque, bueno, es de las maneras en las que lo podrán intentar parar. Y yo creo que hace mucho bien no escucharlo porque, al final, como le está dando rendimiento al fútbol, que haga lo que quiera fuera.

¿Qué supuso la baja de Íñigo?

Iñigo dentro del vestuario era una pieza clave. Bueno, dentro del vestuario y después dentro del campo. Era un líder, era una persona que hacía equipo, que estaba siempre haciendo bromas, pero después, cuando era un tema serio, era el primero en dar la cara, en meterse en una bronca y en poner calma.

¿Cómo ves al Barça esta temporada?

Les estoy viendo bien, sí que es verdad que el último partido a Sevilla no dieron su mejor versión, pero también están habiendo dificultades por tema del estadio, no sabes en qué campo juegas, al principio juegas tres o cuatro partidos fuera… Tienen muchas bajas importantes y cuando estén todos bien, no tengo ninguna duda de que volverá a ser el Barça del año pasado. Paciencia.

Imagínate aquel Barça de Hansi Flick en lugar de Montjuic en el Camp Nou…

Yo tengo la espinita de no haber jugado en el Camp Nou. Me hubiera gustado ahí y me dolió irme por eso, me hubiera gustado poder disfrutar un poco.

Igual vuelves algún día, ¿no?

Obviamente no se descarta nada. No pienso en eso, pienso en disfrutar aquí y en crecer al máximo y después ya se verá dónde nos lleva la vida.