Es una regla básica del tenis, pero ni Álex Corretja, leyenda de este deporte, tiene del todo claro su origen: "Es un melonazo"

Madrid

El tenista catalán Álex Corretja ha visitado esta semana el programa Transmite La SER para enseñarle a Juan Carlos Ortega algunas de las nociones básicas de este deporte. Todo ello a petición del director del programa, quien asegura que no sabe ni tan siquiera qué es la tierra batida y le gustaría empaparse de este deporte de cara a futuras entrevistas: "Yo quiero que hoy me enseñes todo lo del tenis". Y Corretja ha reconocido que será bastante complicado porque necesitaría horas y horas para ello: "Tú quieres que te resuma mis 40 años de conocimiento en 10/15 minutos... y gratis además".

Pero no ha podido negarse a ello porque, tal y como recuerda Juan Carlos Ortega, es una persona bondadosa y generosa: "Acabas de recibir un premio a los compromisos y a los valores, así que tienes que ser solidario conmigo y ayudarme". De ahí que haya aceptado a impartir una clase magistral que ha comenzado con Álex Corretja explicándole a su pupilo qué es la tierra batida. Todo ello para explicarle a continuación que existen otro tipo de pistas como las de hierba o cemento, y que cada una de ellas le otorgan unas condiciones determinadas al juego.

Qué hay detrás del sistema de puntuación del tenis

Por otro lado, el tenista también le ha explicado que los partidos pueden ser individuales, pero también dobles o incluso mixtos. Y después de hablar sobre los distintos tipos de pista y la modalidad del juego, Juan Carlos Ortega le ha preguntado acerca del sistema de puntuación: "¿Por qué es 15, luego 30... luego vuelve a cero otra vez...". Y Corretja ha reconocido que es un auténtico melonazo y que debería llamar a otra persona para que se lo explique porque es más complejo de lo que parece: "Viene de la época antigua, pero, sinceramente, ni yo me acuerdo".

Clase de tenis con Álex Corretja

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El origen, aunque no está confirmado al 100%, se remonta a la Francia medieval. Según recogen esta teoría, la más extendida a día de hoy, los primeros tenistas utilizaban las esferas de dos grandes relojes para llevar el marcador. Cada vez que uno de ellos lograba un punto, la aguja se movía al primer cuarto de hora, marcando 15 minutos. Después de conseguir un segundo punto, la aguja volvía a avanzar al segundo cuarto, marcando así 30 minutos. Al tercer punto la aguja llegaba al tercer cuarto, marcando así 45 minutos, y cuando se completaba la hora, conseguían el juego entero.

"Es un melonazo"

Por lo tanto, el sistema de puntuación coincide con los cuartos de un reloj. ¿Y por qué cambió de 45 a 40? Según recoge esta misma teoría, por una cuestión de economía de lenguaje. Mientras que 'cuarenta y cinco' en francés se dice quarante-cinq, 'cuarenta' se dice simplemente quarante. Dado que era más corto y rápido para el árbitro cantar "cuarenta" que "cuarenta y cinco", especialmente antes de llegar al icónico deuce, decidieron cambiar el sistema de puntuación.

No obstante, el mecanismo es el mismo. Los tenistas tienen que conseguir un total de cuatro puntos antes que su rival para poder ganar así el juego. Y, en caso de que empaten a 40, tendrán que tomar ventaja sobre su rival en el deuce para posteriormente cerrar el juego.