Fútbol

Juventud contra poder: el Estrasburgo desafía al PSG con la plantilla más joven de toda Europa

Bajo el mando de Liam Rosenior y con el respaldo del grupo BlueCo, han pasado de luchar por la permanencia a codearse con el campeón de Europa

Montaje en el que aparecen Panichelli (Estrasburgo) y Zaïre-Emery (PSG)

Durante años, el Paris Saint-Germain fue sinónimo de dominio absoluto en Francia. Con Luis Enrique al mando, el conjunto parisino conquistó la Champions League y la Supercopa de Europa, consolidando un proyecto joven y ambicioso con nombres como João Neves o Doué. En la Ligue 1, el guion parecía repetirse: otro curso, otro liderato. Sin embargo, algo ha cambiado en el paisaje del fútbol francés. Un rival inesperado, con camiseta azul y raíces obreras, ha irrumpido en escena: el Estrasburgo. Este 17 de octubre se enfrentan ambos equipos a las nueve menos cuarto en París.

El club alsaciano vive su mejor arranque liguero desde aquella mítica temporada 1978-79, cuando levantó el único título de campeón de toda su historia. Hoy, apenas un punto lo separa del todopoderoso PSG. Un milagro moderno con base en la gestión y en la juventud. Desde la llegada del grupo BlueCo —propietario también del Chelsea—, el Estrasburgo ha pasado de pelear por no descender a ser uno de los equipos más consistentes de Europa.

El once promedia poco más de 21 años

Al frente del proyecto se encuentra Liam Rosenior, un técnico inglés que ha impuesto un estilo tan atrevido como disciplinado. En su primera campaña completa, ha logrado el mejor promedio de puntos del club en más de cuatro décadas. Su receta: juventud, intensidad y una presión que asfixia. Con una plantilla cuyo once titular promedia poco más de 21 años, el Estrasburgo se ha convertido en el equipo más joven de las cinco grandes ligas europeas. Su líder en ataque es Panichelli, máximo goleador de la Ligue 1 junto con Ansu Fati con cinco dianas.

Los números hablan por sí solos. Según Opta Analyst, ha forzado 82 pérdidas de balón —solo el PSG lo supera— y suma 94 secuencias de presión alta, situándose entre los conjuntos más agresivos sin balón. Apenas permite a sus rivales avanzar 10,6 metros por secuencia, una estadística que refleja su control espacial y su dominio táctico. Además, los adversarios apenas logran llegar a su tercio defensivo: solo PSG y Marsella conceden menos.

"A los jóvenes les gusta tener el balón"

Pero el mérito no está solo en defender. Su apuesta ofensiva es una oda al fútbol de posesión y precisión. El Estrasburgo realiza el 93,4% de sus pases en corto, solo por detrás del PSG, el Barcelona y el Nápoles. "Si le preguntas a cualquier joven qué le gusta del fútbol, te dirá que tener el balón", resume Rosenior. Y sus futbolistas lo interpretan a la perfección: presionan, combinan y atacan con velocidad. De hecho, han recuperado la posesión en el último tercio más veces que cualquier otro equipo de las cinco grandes ligas.

Con un acierto de cara al gol del 17,5%, el segundo más alto de Francia tras el Mónaco, el conjunto alsaciano demuestra que no necesita mucho para hacer daño. Su juego es calculado, paciente, pero cuando llega el momento, letal.

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No obstante, el éxito viene acompañado de un debate inevitable. El Estrasburgo forma parte del proyecto multiclub de BlueCo, y parte de su hinchada teme que el alma tradicional del equipo se diluya en la estrategia corporativa del grupo propietario del Chelsea. Por ahora, los resultados dan la razón al modelo: 55 puntos en 2025, solo cinco menos que el PSG.

El viejo Le Racing ha vuelto a rugir. Lo hace con jóvenes sin complejos, un entrenador que ha devuelto la ilusión al estadio de La Meinau y una estructura que mira al futuro. En una Ligue 1 acostumbrada al monopolio parisino, el Estrasburgo ha irrumpido para recordarle a todos que en el fútbol francés todavía hay espacio para los sueños.

Marcos Gómez-Díaz

Periodista deportivo en la Cadena SER, con una...