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Así será la boda de Stella Banderas y Alex Gruszynski: invitados famosos, sin móviles y con gran confidencialidad

La hija de Antonio Banderas y el empresario estadounidense celebrarán su casamiento en Sardón de Duero, Valladolid

Stella Banderas y Alex Gruzynski / Grosby Group

La espera ha finalizado, Stella Banderas y Alex Gruszynski se convertirán este sábado en mujer y marido rodeados por los bellos paisajes rurales de la localidad vallisoletana de Sardón de Duero. Al evento asistirán más de 200 invitados, entre los que se encuentran celebridades muy reconocidas.

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La localización de esta ceremonia fue desvelada por el padre de la novia, el actor malagueño Antonio Banderas, el pasado mes de agosto en una entrevista con la revista ¡Hola!. Un histórico monasterio del siglo XII será el escenario en el que la pareja celebrará su unión.

Los dos jóvenes, de 29 y 28 años, anunciaron que se habían comprometido a través de una publicación en la cuenta de Instagram de Stella Banderas en la que la hija del actor mostraba su anillo de compromiso.

Invitados famosos

A la boda asistirán más de 200 invitados, entre los que se encuentran grandes personalidades reconocidas a nivel mundial, empezando por Tippi Hedren y Dakota Johnson, dos grandes actrices del cine estadounidense y también la abuela y hermana de la novia, respectivamente.

Otra de los celebrities que aparece en la lista de invitados es el cantante británico y miembro de la banda Coldplay, Chris Martin. Es posible que el artista termine amenizando con alguna de sus populares canciones la unión entre la joven Banderas y Gruszynski.

Vista de la Abadía Retuerta en Sardón de Duero donde se celebrará la ceremonia / Paco Santamaria

Todos los asistentes al consorte estarán divididos en distintos hoteles de la provincia castellanoleonesa y serán trasladados de forma directa desde su alojamiento al monasterio a orillas del Duero mediante helicópteros.

Una ceremonia confidencial

A pesar de que ya se conozca el lugar de celebración y algunos de los invitados, la pareja ha optado por tomar todas las medidas necesarias para asegurarse que uno de los días más importantes de sus vidas se enmarque en un entorno de gran confidencialidad.

La primera norma que han impuesto es la prohibición del uso de teléfonos móviles, tanto durante la ceremonia como en la posterior celebración. Banderas y Gruszynski quieren evitar que salga a la luz cualquier video o fotografía que deje al descubierto una ceremonia tan íntima.

Las reglas de secretismo en torno a esta boda no afectan únicamente a los invitados, sino que también se regula a todos los empleados que participen en el acto. Estos trabajadores han tenido que firmar estrictos contratos de confidencialidad que llegaban hasta las 11 páginas de extensión.