Qué es la quinta gama, la comida de los restaurantes donde no cocinan
Una tendencia al alza en la hostelería permite servir platos sin necesidad de fogones ni chefs en cocina

Qué es la quinta gama, la comida de los restaurantes donde no cocinan
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Madrid
¿Sabías que muchos platos que se sirven en restaurantes no se cocinan allí? En el pódcast ¿Cómo comes?, la nutricionista Ángela Quintas desvela una tendencia cada vez más extendida en la hostelería: la quinta gama, una categoría de alimentos preparados que llegan al restaurante ya cocinados, envasados y listos para ser regenerados es decir, calentados y emplatados antes de llegar a la mesa.
Este tipo de producto permite que existan restaurantes sin cocina tradicional, sin fogones ni salida de humos. Basta con un horno o un microondas para servir una lasaña perfectamente gratinada o un arroz meloso en cuestión de minutos. ¿Significa eso que son platos de mala calidad? No necesariamente. "Si están elaborados con buenos ingredientes, sin conservantes ni aditivos agresivos, pueden ser una opción válida", explica Quintas.
¿Comida rápida o cocina honesta?
La quinta gama no es sinónimo de comida basura. De hecho, puede ser una solución eficiente para locales pequeños, con poco personal o sin infraestructura para cocinar desde cero. Pero también plantea preguntas sobre la transparencia y la honestidad en la restauración. "No se trata solo de que algo esté rico, se trata también de saber qué lleva, cómo se ha hecho y con qué ingredientes", subraya la nutricionista.
En un momento en el que cada vez cocinamos menos en casa y buscamos fuera platos de cuchara, guisos o cocina lenta, la quinta gama se presenta como una alternativa práctica. Pero también como un reto: ¿sabemos realmente lo que estamos comiendo cuando salimos a un restaurante?
Restaurantes sin cocina, pero con carta
La expansión de la quinta gama ha dado lugar a un nuevo modelo de negocio: restaurantes que no cocinan. Locales que apuestan por la experiencia, el diseño, la música o la iluminación, pero que delegan la elaboración de los platos en cocinas industriales externas. El resultado: una comida que puede ser sabrosa, pero que no siempre se prepara en el lugar ni al momento.
La clave, según Quintas, está en la información. "Comer bien no solo es cuestión de sabor, también lo es de honestidad". Saber si lo que comemos ha sido cocinado allí o viene envasado debería formar parte de la experiencia gastronómica.
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