El diario de un cura español que destapó un caso de pederastia masivo: abusó de 85 niños a lo largo de 30 años

Hace siete años que los periodistas de El País comenzaron a investigar los abusos y la pederastia en el seno de la Iglesia Católica española. Desde entonces, el periódico ha destapado más de 700 casos recogidos en cinco informes que han entregado a la Conferencia Episcopal Española, al Vaticano y al Defensor del Pueblo. Esta última institución estimó en 2023 que las víctimas de pederastia en la Iglesia española ascienden a 440.000 personas.

Una de esas historias es la que el periodista Julio Núñez ha ilustrado en su nueva novela Padre Pica: Cartografía de un abusador en la Iglesia. Con apenas dieciocho años, el sacerdote español Alfonso Pedrajas, también llamado padre Pica, se hizo misionero jesuita para ayudar a los más pobres en Bolivia, país en el que trabajó como profesor hasta su muerte en 2009. Lejos de ser un ejemplo de misericordia y bondad, este sacerdote oriundo de València agredió durante tres décadas a los alumnos del internado Juan XXIII, en la ciudad de Cochabamba.

Sus delitos podrían haberse ido con él a la tumba si no fuese porque, años después de su muerte, concretamente en 2020, su sobrino Fernando encontró en el trastero de la casa de sus padres su diario, en el que narraba su vida desde su llegada a Bolivia hasta su fallecimiento y admitía todos sus crímenes. Al conocer los hechos, Fernando trató de denunciar los hechos antes las autoridades y la Iglesia, pero al no obtener grandes respuestas, decidió enviarlo al buzón de correo de El País (abusos@elpais.es), en el que reciben denuncias y testimonios de abusos sexuales.

"La sorpresa es que, en ese diario, admite que abusó de 85 niños a lo largo de toda su carrera allí, pero también narra como los sus superiores lo encubrieron. Él les pedía ayuda, quería frenar aquello y se ve claramente cómo pasan los años y cómo lo van tapando", explica Núñez. El padre Pica muestra en sus relatos el miedo que tiene de que lo pillen y le manden de vuelta a España.

A lo largo de la investigación, Julio Núñez habló con personas cercas al sacerdote Alfonso Pedrajas, con víctimas y con gente del entorno de los afectados. Cuando se publica el reportaje en 2023, sucede algo inesperado que da un vuelco al caso. El presidente de Bolivia sale a criticar el caso y se abre una investigación que permite acceder a las sedes de los jesuitas y obtener documentos inéditos, hasta entonces protegidos por el acuerdo con la Santa Sede. "Empezamos a encontrarnos casos que habíamos publicado años antes y que nos habían negado que tenían noticia de aquello. Con esos nuevos documentos nos damos cuenta de que nos engañaron,", cuenta Núñez.

El padre Pica nunca describió los abusos de los menores en sus diarios, sino que se refirió a ellos como "caídas" o "pecados". "Lo cita con mucho arrepentimiento y está claro que habla de abusos porque hay frases como: "El peor error de mi vida es la pederastia". Lo dice como descuidos", añade el periodista de El País, algo que dista mucho de los testimonios ofrecidos por las víctimas.

Estos eran niños de familias podres que estudiaban y vivían en el internado. Pedrajas iba a por ellos por las noches, se los llevaba a su habitación donde los violaba y abusaba de ellos. "Hay relatos que son terroríficos. Les pegaba, era sexo violento", cuenta Núñez, asegurando que hay constancia de que fue así desde el año 70 que hasta comienzo del año 2003, que es cuando le detectan un cáncer y le castran. "Hay un momento en el diario en el que dice: "Por fin Dios ha respondido a mis oraciones y tengo cáncer. Me van a castrar y ya no podré hacer tener ese tipo de pecados"", recuerda Núñez de uno de los extractos.