Soledad Gallego-Díaz: "Macron considera normal recibir a uno de sus predecesores en unas circunstancias tan difíciles"

Madrid

Emmanuel Macron recibió la semana pasada en el Eliseo a uno de sus predecesores. La noticia no tendría mayor relevancia salvo que se trataba de Nicolas Sarkozy que ingresará en prisión mañana condenado a cinco años por financiación ilegal de su campaña electoral. Sarkozy consiguió dinero nada menos que del líder de Libia, el coronel Gadafi.

Macron simplemente consideró “normal” recibir a uno de sus predecesores en unas circunstancias tan difíciles. Nadie ha montado un escándalo en Francia por ello. Es muy probable que Sarkozy salga pronto de la cárcel porque tiene 70 años, aunque ya dijo en su momento que rechazaría el indulto porque se considera inocente.

Nadie lo cree en Francia, pero la condición de ex presidente todavía pesa mucho. Para los políticos franceses la presidencia de la República es una institución fundamental del sistema. Esa condición es lo que hace que tampoco tenga posibilidades de prosperar la petición de dimisión del propio Macron, como responsable de la actual crisis política francesa.

Pocos políticos apoyan esa petición. Un ejemplo es Xavier Bertrand un político conservador, que quizás algún día, pronto, sea candidato a la presidencia de la República Francesa.

Bertrand, que asiste al foro World in Progress, convocado por PRISA, critica mucho al presidente Macron, pero lo que no hace es pedir su dimisión. La presidencia de la República, dice, es el centro del sistema y no se debe ponerla en peligro. La mayoría de los asistentes al Foro son políticos que tienen claro el papel de las instituciones. Pero también asisten políticos españoles para los que ese principio no es tan evidente.