La policía alerta del peligro de adquirir medicamentos en el mercado negro: "Pueden llevar a la muerte"

El tráfico ilegal de medicamentos es una amenaza silenciosa que se extiende por internet o redes de distribución clandestinas. En España, la Policía Nacional lo combate desde una unidad especializada ubicada en el complejo de Canillas, en Madrid. Allí, el inspector jefe Juanjo Castro —responsable de la sección de Consumo, Medio Ambiente y Dopaje— recibió al equipo del programa Código de Barras de la SER para mostrar cómo operan contra este mercado negro.

Desde el centro, Castro explicó que el mercado negro de medicamentos se nutre de dos fuentes: productos desviados del canal legal —por robo o recetas falsas— y las llamadas "marcas fantasía", fabricadas en laboratorios clandestinos. Es en estos últimos donde reside el mayor peligro. "No se sabe la cantidad de principio activo que tienen, ni su contenido real. Algunos son inyectables, otros se venden como naturales pero contienen sustancias medicamentosas. Eso puede causar la muerte", alertó.

Entre los productos más demandados están los anabolizantes, los medicamentos para adelgazar y los que prometen mejorar la potencia sexual. Muchos se venden como suplementos naturales, pero en realidad contienen principios activos como la sibutramina, retirada del mercado por sus efectos adversos: aumento de la frecuencia cardíaca y de la presión sanguínea. "Nos hemos encontrado comprimidos que deberían tener 20 mg y tenían 1,5. Si una persona con problemas cardíacos los consume, puede morir", advirtió Castro.

La policía también ha detectado viales con restos de pelo en su interior, lo que evidencia la falta total de control sanitario. "Algunas personas se los inyectan sin saber el riesgo que corren", lamentó el inspector.

Internet es el principal canal de distribución. La unidad realiza ciberpatrullajes constantes para localizar y cerrar webs que venden estos productos. Pero el problema es global. Por eso España participa en la operación internacional Pangea, coordinada por Interpol, que ha logrado retirar toneladas de medicamentos fraudulentos y cerrar cientos de miles de páginas web.

A pesar de los esfuerzos policiales, las denuncias de particulares siguen siendo escasas. "La gente no está suficientemente concienciada del peligro. Hay que acudir siempre a los profesionales sanitarios y a los cauces legales", insistió Castro. Para facilitar la denuncia, la policía ha habilitado el teléfono 628 71 12 98, operativo las 24 horas.

La lucha contra este mercado negro no termina con la incautación. La unidad también se enfrenta al reto de destruir toneladas de productos falsificados, muchos con embalajes complejos que dificultan su reciclaje. "Nosotros también llevamos medio ambiente. Sería feo no hacerlo bien", concluyó Castro.