Todos los consejos para cuidar de tus plantas leñosas

Las raíces de las plantas son mucho más que un sistema de anclaje. En Meterse en un jardín, el jardinero y divulgador Eduardo Barba explicó por qué entender cómo crecen y se comportan las raíces es clave para mantener sanas nuestras plantas leñosas, como árboles y arbustos.

El riesgo de la espiralización

Uno de los errores más comunes es dejar que una planta permanezca demasiado tiempo en la misma maceta. Las raíces comienzan a girar sobre sí mismas, formando una masa compacta que puede dificultar la circulación de la savia. "Lo que al principio era una espiral fina irá engrosando, y puede generar un nudo, como un moño", explica Barba.

Este fenómeno afecta especialmente a árboles y arbustos, porque sus raíces, igual que sus troncos, engrosan cada año. "La primera raíz que emerge de una semilla es la raíz pivotante. Es el ancla de la planta, igual que cuando un barco atraca y echa el ancla para no moverse", señala.

Cómo evitar que las raíces se enrosquen

Para evitarlo, Barba recomienda germinar en bandejas de alveolos forestales. "Cuando la raíz ve la luz, se daña y pierde el extremo, por lo que ya no dará vueltas en el fondo", explica. Además, es fundamental trasplantar cada dos años como máximo y realizar una poda de raíces en invierno. "Así, en primavera, la planta sacará raíces nuevas sin ese problema".

Raíces fibrosas y tuberosas

No todas las raíces se comportan igual. Las del Geranium macrorrhizum, por ejemplo, son fibrosas y toleran mejor la permanencia en maceta. "El nuestro sigue en la misma maceta desde que lo compré, y ya está un poco agotado. En cuanto lo pasemos a una maceta más grande, se desarrollará a las mil maravillas".

En cambio, las cintas (Chlorophytum comosum 'Variegata') tienen raíces tuberosas que almacenan agua y nutrientes. "La planta nos lo dijo claro: estaba débil porque el agua le duraba muy poquito. La trasplantamos y ahora está mucho más feliz".

¿Qué tamaño de maceta necesita una planta?

"El crecimiento de una planta es como el de un niño: primero duerme en una cuna, luego en una camita, y más adelante en una cama más grande", compara Barba. El tamaño de la maceta debe crecer con la planta, siempre dentro de los límites del espacio disponible. "Hay que ser generosos con ese volumen, porque tenemos que pensar que es donde la planta vivirá el resto de su vida".

¿Trasplantar cuando las raíces asoman?

No siempre que las raíces asoman por los agujeros de drenaje hay que trasplantar. "Hay un poco de leyenda urbana en torno a ello. Las raíces muchas veces salen por ahí porque es donde hay más humedad", aclara. Lo importante es observar si la planta muestra signos de estancamiento. "Si decae, entonces valoramos si hay que trasplantar o simplemente abonar", concluye.