El periodista Javi Hoyos habla del gran miedo de su vida: su cicatriz lo dice todo

Madrid

El periodista e influencer Javi Hoyos tiene miedo a perder el equilibrio: "Tengo un miedo tremendo. No te diría que es un miedo a las alturas, porque yo soy capaz de subirme a una atracción de estas lanzaderas y no tengo miedo, pero, cuando algo depende de mí, sufro un bloqueo total". Así lo ha dado a conocer esta semana en una nueva entrega de Me pasa una cosa, el programa de la Cadena SER en el que Manuel Burque analiza los miedos, las fobias y los ascos más comunes de la sociedad junto a personalidades que sufren de los mismos.

Y a pesar de que no sabía de la existencia de este miedo, puesto que no es tan común como puede ser el vértigo y el pánico a las alturas, el humorista se ha adentrado en el mismo para conocer la historia de Javi Hoyos y este trauma que le persigue desde que era solo un niño. En declaraciones a la Cadena SER, el periodista explicó que todo empezó cuando tenía unos 10 años: "Yo tengo aquí una cicatriz bastante tocha en el brazo porque de pequeño, en una clase de gimnasia, pusieron cinco bancos y el plinton encima. Mi cabeza pensaba que no iba a ser capaz de saltarlo, lo salté, pero caí mal".

El golpe que lo cambió todo

Cayó tan mal que se rompió la cabeza del radio y los músculos que le rodean. Y todo ello con tal solo 10 años, por lo que fue un auténtico drama para el protagonista de la historia: "Yo de por sí, por aquella época tampoco me subía a los árboles porque me daba bastante miedo subirme a cosas que dependiesen de mí. Principalmente porque pensaba que no iba a ser capaz de subir". Sin embargo, a partir de este momento clave comenzó a desarrollar un miedo a perder el equilibrio que le persigue cada día: "Si por ejemplo hay dos rocas en la playa, y tengo que pasar de una a otra, aunque el hueco sea mínimo para mí es gigante".

De hecho, Javi Hoyos recuerda que se quedó completamente paralizado en un barco ante la imposibilidad de bajar por las escalinatas: "Las escaleras eran superempinadas y no me veía capacitado para bajarlas. Entonces acabé bloqueándolo todo y no dejaba pasar a nadie porque sentía que no podía bajar la escalinata. Es que no era capaz". Y no fue hasta que acudió uno de marineros cuando pudo salir de allí: "Tuvo que venir y bajarme en brazos".

El consejo del marinero

Después de bajar de la escalinata, el marinero le aconsejo tirarse al suelo como un cangrejo y andar como este animal cada vez que tuviera un miedo así: "Y me ayudó en determinadas situaciones. Y ahora, cuando veo cosas que me dan un pavor tremendo, me siento como un cangrejo y me muevo como un cangrejo". Algo que llama bastante la atención porque, tal y como explica Javi Hoyos, es bastante alto y resulta bastante curioso verle moverse así por el suelo.

Pero es que el protagonista de esta historia reconoce que lo pasa realmente mal: "Siento un bloqueo total y que me voy a morir". Cada vez que se enfrenta a este tipo de situaciones es como si se marease por completo y no pudiera hacer nada. De ahí que prefiera tirarse al suelo como un cangrejo y moverse como él para superar el miedo.