José María Lassalle: "El Parlamento se ha convertido en un plató televisivo de polarización"

Madrid

Los enfrentamientos políticos vuelven a protagonizar una jornada más en el Congreso de los Diputados sin que los grandes problemas sociales encuentren una salida efectiva. En la sesión de control al Gobierno de este miércoles, Pedro Sánchez ha acusado a Alberto Núñez Feijóo de "renunciar a hacer una oposición útil" y le ha afeado su silencio ante la crisis de los cribados de cáncer de mama en Andalucía.

Feijóo, por su parte, ha vuelto a cargar contra el PSOE por corrupción, impuestos y vivienda. Junts, mientras tanto, ha pedido a Sánchez que deje de hablar de "cambios de horario" y se centre en "la hora del cambio".

En este contexto, marcado por el cruce de reproches rutinario y la falta de soluciones palpables, José María Lassalle ha intervenido en el Abierto de Hoy por Hoy con una reflexión que pone el foco en la raíz del desencanto ciudadano con la política. "La política no está sabiendo dar respuesta a los problemas reales", ha afirmado con contundencia. Para el exsecretario de Estado, el verdadero peligro es que "la viabilidad del sistema democrático está comprometida" por la desconexión entre las instituciones y la calle.

Lassalle ha advertido de que esa distancia no es solo material, sino también emocional: "La gente proyecta sobre los problemas una ansiedad que la política no sabe gestionar. Hay una tensión emocional real en torno a la vivienda, por ejemplo, que afecta a jóvenes y mayores". En su opinión, los partidos abordan estas cuestiones desde el "argumentario político" y no desde un contacto sincero con la experiencia cotidiana de la ciudadanía.

Uno de los momentos más críticos de su intervención ha sido cuando ha señalado la transformación del Congreso: "Uno de los problemas que vemos es precisamente la transformación del Parlamento en un plató televisivo de polarización". Según Lassalle, lo que se proyecta cada miércoles desde las Cortes es algo "ajeno a la cotidianidad de la gente", cuando debería ser justo lo contrario: el espacio donde los problemas se abordan con seriedad, escucha y voluntad de acuerdo.

"El malestar ciudadano es sincero. Pero la política se ha instalado en una narrativa desproporcionada respecto a la realidad", ha resumido. Una afirmación que resuena con fuerza en un día más en que la política parece hablar solo para sí misma.