La jueza procesa al futbolista Álvaro Aguado por agresión sexual a una empleada del club

Barcelona

Una jueza de Barcelona ha procesado al futbolista Álvaro Aguado por un presunto delito de agresión sexual a una empleada del que era su mismo club, el R.C.D. Espanyol. La presunta violación sucedió en los baños de la discoteca Opium de Barcelona durante la fiesta por el ascenso a primera división que el equipo celebró el 23 de junio de 2024.

El auto, avanzado por elDiario.es y al que ha tenido acceso la Cadena SER, fija una fianza de 5.000 euros al acusado en concepto de responsabilidad civil para el caso que sea condenado. El procesamiento es el paso previo a que la justicia mande a juicio al futbolista, actualmente sin equipo. Antes, fiscalía, acusación particular y defensa deberán presentar sus escritos.

La víctima denuncia que la violó mientras ella pedía que parara

En el escrito, la instructora concluye que “existen indicios del delito de agresión sexual” y destaca que la víctima "se ha mostrado sincera al relatar los hechos", aceptando "no recordarlo todo, tener flashes", algo habitual en estos casos. La mujer denunció que, mientras bailaban, el futbolista "apretó los pechos y puso su mano en su vagina, por encima de la ropa". Después, el jugador la cogió de la mano y la llevó a los lavabos de la discoteca.

Allí, "encerrados en un baño", la violó sin preservativo "pidiéndole ella que parara sin éxito, llegando él a impedir que alguien desde fuera abriera la puerta del baño", describe la jueza. "Cuando acabaron él le dijo quien sabía primero y que no se conocían", añade. La víctima tardó medio año en denunciar por el temor a represalias, dado que trabajaba en el mismo club que su presunto agresor.

Aguado dice que fue sexo consentido "sin disfrutar" y anuncia recurso

Durante su declaración, el propio Aguado admitió haber tenido relaciones con la víctima, aunque aseguró que fue ella quien se “abalanzó” sobre él y le practicó voluntariamente una felación. El futbolista aseguró que las relaciones fueron consentidas, que duraron "poco rato", porque "no llegó a disfrutar", porque había bebido y "no está acostumbrado a beber".

La magistrada destaca, sin embargo, que los informes forenses son compatibles con la tesis de la agresión sexual y que la versión de la mujer "ha sido corroborada parcialmente por testigos, al menos en cuanto a los momentos posteriores y al baile". La magistrada destaca también la existencia de "whatsapps immediatamente posteriores a los hechos" que reflejan el “estado anímico” de la denunciante.

La defensa del futbolista asegura a la Cadena SER que no está "conforme" y recurrirá "porque no se han tenido en cuenta las testificales de personal del Espanyol y de las personas que estuvieron esa noche en la fiesta", que según su criterio, desmienten a la víctima.