Manuel Jabois: "Cuando Vargas Llosa escribía esas cartas de amor se las escribía a Isabel Preysler, no a toda España"

Madrid

Hacer hablar a los muertos en según qué ámbitos, especialmente el más íntimo, es siempre muy delicado. En primer lugar porque cuando Vargas Llosa escribía esas cartas de amor se las escribía a Isabel Preysler, no a toda España.

En segundo lugar, porque estar enamorado significa que ningún amor ha sido tan grande como este, hasta que rompes y encuentras otro amor aún más grande que este. En tercer lugar, el amor es cursi, tiende de manera irrefrenable a la cursilería. Seas Nobel o periodista local. Es mejor escribir a la contra, no pasar la vergüenza de que se exhiba enamorado perdido (porque estás enamorado perdido para la intimidad) y sí frío y desapasionado que es como mejor se escribe.

¿Sabes cuál fue la única carta suya que publicó Preysler en el libro? La de la ruptura. Cinco de amor de Vargas, una de ruptura de Preysler. Llamándole celoso y maleducado. Que es mucho mejor, tiene más fuerza literaria, que llamar a alguien “gordi” o “percebiño”, en eso estamos de acuerdo, ¿no?