Unos fotógrafos capturan rayos rojos, uno de los fenómenos más raros del planeta

Un trío de fotógrafos ha conseguido inmortalizar en Nueva Zelanda uno de los espectáculos naturales más raros de ver: los 'duendes rojos', también conocidos como rayos rojos, destellos luminosos de un intenso color carmesí que se forman en las capas más altas de la atmósfera durante tormentas eléctricas.

El neozelandés Tom Rae y los españoles Dan Zafra y José Cantabrana se encontraban el pasado 11 de octubre en los acantilados de arcilla de Ōmārama, en la Isla Sur, con la intención de fotografiar la Vía Láctea. Sin embargo, lo que captaron fue mucho más extraordinario.

"Pensábamos que ya era suerte tener un cielo despejado, pero lo que vimos aquella noche fue simplemente inolvidable", explicó Rae al The Guardian.

La noche que el cielo se tiñó de rojo

Cantabrana fue quien sugirió que podrían presenciar una exhibición de 'duendes rojos' al ver una tormenta formándose en el horizonte, recordó Rae.

"Estaba revisando sus archivos buscando una panorámica de la Vía Láctea y descubrió que había capturado 'duendes rojos", contó el fotógrafo. "Dan y yo no podíamos creerlo: hubo gritos, alaridos y de todo tipo de reacciones en la oscuridad".

Los 'sprites rojos' son explosiones de energía eléctrica en la atmósfera superior generadas por tormentas eléctricas. A diferencia de los rayos convencionales, que se dirigen hacia el suelo, los duendes rojos se disparan hacia arriba, creando formas que recuerdan a columnas, zanahorias o incluso medusas.

La primera fotografía de un 'sprite rojo' se tomó por accidente en 1989 por un equipo de la Universidad de Minnesota, y desde entonces solo se han registrado en contadas ocasiones, debido a su extrema fugacidad: duran apenas un milisegundo y rara vez pueden verse a simple vista.

"Tuve suerte —relató Rae—. Estaba mirando justo al lugar correcto del cielo cuando ocurrió; fue una coincidencia perfecta. Vi un breve destello rojo y supe que había presenciado algo especial".

Una experiencia "irreal"

Presenciar el fenómeno fue un sueño cumplido para Rae, reconocido por su trabajo en fotografía nocturna. "Parece que estás viendo algo irreal, es muy etéreo... ese color rojo intenso permanece solo una fracción de segundo, y es realmente fascinante", explicó.

Capturar un 'duende rojo' no es tarea sencilla. Requiere dominio técnico, conocimientos científicos y un gran instinto creativo. "Es un tipo de fotografía muy complejo y, además, muy gratificante", añadió el fotógrafo.

Su compañero Dan Zafra coincidió en la emoción del momento: "Fue una de las noches más extraordinarias de mi vida. Pude ver la Vía Láctea brillar sobre el horizonte mientras enormes haces de luz roja danzaban sobre una tormenta a cientos de kilómetros de distancia".

Hasta donde sabe, no existen otras imágenes que combinen en un mismo encuadre los 'sprites rojos' y la Vía Láctea del hemisferio sur.

"Fue uno de esos momentos en los que sabes que estás presenciando algo que probablemente nunca volverás a ver", concluyó Zafra.