El error recurrente en el baloncesto de formación que hace mejores a los jugadores bajitos: "Cuando todo se iguala, se nota la diferencia"
Álvaro Cárdenas, uno de los talentos que sigue de cerca Chus Mateo para la selección, repasa en 'Play Basket' cómo ha sido su formación

El error recurrente en el baloncesto de formación que hace mejores a los jugadores bajitos: "Cuando todo se iguala se nota la diferencia"
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Álvaro Cárdenas, de 23 años, es una de las grandes promesas del baloncesto español, lo que hace que Chus Mateo le siga muy de cerca para darle la oportunidad en la selección española. Fuera del radar de muchos, el jovencísimo base ha desarrollado su carrera fuera de España, pero, tras enrolarse en una academia en República Checa y después probar suerte en Estados Unidos, ahora está de vuelta tras firmar por dos temporadas con Valencia Basket. Cedido actualmente en el Peristeri griego para seguir sumando minutos, el jugador andaluz repasa en Play Basket cómo ha sido su proceso de formación y sus objetivos de futuro.
Seguir evolucionando es su principal idea, y siempre lo ha hecho fuera de nuestro país. La intensa liga griega es perfecta para ello, ya que está acostumbrado a derribar barreras allí por donde ha pasado. No me ha quedado otra, al final nunca he estado en una cantera ACB. Creció jugando en el CB La Zubia y tras acabar los años de junior surgió el golpe de timón. "Se nos ocurrió la idea de poder ir a EEUU, pero físicamente no estaba preparado. Surgió la oportunidad de ir a la República Checa. Desde entonces he estado jugando fuera de casa y no he tenido problema en salir y jugar en otro sitio que no sea España", explica.
El camino no fue fácil. Llegó a la escuela Get Better Academy (a hora y media de Praga) en pleno COVID, lo que frenó en seco su catapulta para cruzar el charco. En República Checa la pandemia tardó en ser más virulenta, y cuando en muchos países se volvía a las pistas allí ocurrió lo contrario. "Se complicó porque el vídeo es lo que ven los entrenadores de EEUU, también había torneos donde venían y no se pudo hacer nada de eso. Me encontré a final de mayo sin equipo. Al final surgió una oportunidad y me fui para San José", recuerda. Allí estuvo tres años antes de cambiarse a la de Broise, donde se convirtió en uno de los mejores pasadores de la NCAA con una media de 6,9 asistencias.
"El baloncesto de formación no debería ser todo ganar"
Ese tropezón no le hizo cambiar de mentalidad: ser incansable con el trabajo. Siendo pequeñito y jugando entre grandes se aprendió. "Por suerte di un poquito de estirón, ahora mido 1,86m, algo respetable en el baloncesto", bromea en los micrófonos de la SER. De hecho, para Álvaro Cárdenas, el hecho de ser uno de los jugadores más bajos, ha sido fundamental en su carrera. "En España, y en general, en el baloncesto de formación muchas veces los jugadores más físicos son los que tienen más éxito y al final no termina de desarrollar herramientas que les pueden ayudar en el baloncesto profesional. En mi caso fue totalmente lo contrario. Era muy pequeño y físicamente estaba muy por debajo del resto. No me quedaba otra que buscar herramientas para poder tener éxito. Esa ha sido una de las claves para que luego, cuando di el salto físico y las cosas se empezaron a igualar, se notase la diferencia de calidad", subraya.
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Cierto es que en Estados Unidos, esas herramientas y creatividad que fue sumando en años anteriores, las perdió... pero ahí estaba alguien muy importante en su formación que le recordaba que esas cualidades las va a tener siempre. "Quien me conoce sabe que mi padre ha sido clave para llegar a donde estoy", añade. Y es que el baloncesto le viene de cuna: David Cárdenas, que dirigió al CB Granada en Liga ACB en la temporada 1998-99 y más reciente al CB La Zubia, es su padre. Y sus consejos no los olvida. "Una de las cosas que siempre me ha inculcado, no solo a mí, sino a todos los jugadores con los que ha estado, es que el miedo al error es lo que te puede matar como jugador" reconoce. "Cuando ves un partido de la Zubia no vas a ver que un jugador tenga miedo por intentar hacer algo creativo. Ese es uno de los problemas más grandes en el baloncesto de formación. Los clubes priorizan mucho ganar, y al final el baloncesto de formación no debería ser todo ganar. Damos mucha oportunidad a los jugadores más físicos y no los desarrollamos porque solo estamos pensando a corto plazo", sigue.
Por suerte, para Álvaro Cárdenas, nunca ha dejado de lado esa idea de ser él mismo, intentar ser creativo y no tener miedo al error. Y los equipos por donde ha pasado le han ayudado a seguir ese consejo. A todo esto ha sumado la experiencia "increíble" de crecer como jugador y persona en Estados Unidos. "Era un chico muy tímido y me ha ayudado a salir de eso", reconoce. Y sin dejar los estudios de lado. Los entrenamientos eran por la mañana y las clases por la tarde, lo que le permitieron sacarse kinesiología y jugar durante cuatro años. Todo a la vez. Ahora son muchos los jóvenes que están haciendo las maletas y marchándose a Norteamérica, algo que Cárdenas no critica, sino que incluso apoya. "El nivel en ACB es muy alto y es verdad que es muy difícil que un chaval de 19 o 20 años esté jugando a ese nivel. Para mí fue la situación perfecta", asegura en Play Basket.
Álvaro Cárdenas ha jugado más de 25 minutos toda mi carrera —"algo que creemos que es superimportante para desarrollarte como jugador"— y los recursos que tienen en las universidades estadounidenses no se ven en Europa. "Es para flipar", añade. Viajan con chárter a todos los partidos, el estadio donde jugaba era de 13.000 personas y siempre se llena, y además están rodeados de estudiantes que les conocen. "No culpo a la gente porque quiera tener estas experiencias. Si encima a eso, le sumas que te pagan una barbaridad... son contratos que muchos de esos jugadores no van a volver a verlos en su vida porque no se paga así en Europa. A no ser que estés jugando a un nivel muy alto en Euroliga. Cómo le vas a decir que no se vayan", confirma.
Dos llamadas inolvidables: el Valencia Basket y la selección
El base, cedido en Peristeri, ha vivido un verano de ensueño: firmó su contrato con el Valencia Basket y debutó con la selección española. "Firmar con un club que ahora está en Euroliga fue brutal", confiesa. Pero más impresionante ha debido de ser llegar a jugar con España B y que, por unas lesiones de en la absoluta, acabes recibiendo la llamada de Sergio Scariolo, entonces seleccionador. "Fue un sueño hecho realidad. Sinceramente, creo que estaba preparado para esto. Llevo muchos años preparándome y estaba convencido de que cuando me llegase la oportunidad no la iba a dejar pasar", señala. Y encima tiene anécdota para recodar cómo fue ese primer telefonazo de la selección: "Estaba ya en Grecia y estaba viendo el partido de España. Se lesiona Alberto, Mario, y alguien me escribió "imagínate que te llaman". Dije que imposible. Una hora más tarde me mandaron un mensaje, a la 1 de la mañana, que si podía ir. Al día siguiente estaba en Madrid en el hotel".
Ahora está en todas las quinielas para que Chus Mateo le convoque en su primera lista... e incluso le estuvo viendo en Bilbao cuando viajó con el Peristeri para el partido de FIBA Eurocup. "Él se ha mantenido en contacto conmigo al principio de temporada, me escribe mensajes de vez en cuando, y tuvimos la oportunidad de tomarnos un café antes del partido. Es un sueño que piensen en contar conmigo. Es increíble. Sabía que estaba ahí y fue un extra de motivación", confiesa. Un éxito inminente que Álvaro Cárdenas se ha ganado a pulso y con mucho trabajo. Apunten este nombre... porque va a dar mucho de qué hablar.


Íñigo Renedo
Redactor de deportes en la Cadena SER que también forma parte del programa de música indie 'Fuego y...




