La gran aventura de Javier Sierra en busca del arca de Noé: "Fue de película de Indiana Jones"
El escritor reconoce que fue de gran ayuda para uno de sus libros

La gran aventura de Javier Sierra en busca del arca de Noé: "Fue de película de Indiana Jones"
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Madrid
El escritor y periodista Javier Sierra ha acudido esta semana al programa SER Aventureros en calidad de invitado. Y no, no solo para hablar acerca de El plan maestro, su última novela. También para compartir con la audiencia su lado más aventurero. A pesar de que se lo agenda se lo impida, pues siempre está viajando de una ciudad a otra para promocionar su trabajo, el protagonista de esta historia reconoce que le encanta recorrer el mundo y descubrir los lugares más recónditos del planeta. Y uno de los que recuerda con más cariño es su ascenso al monte Ararat, en Turquía, para buscar los restos del Arca de Noé.
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Según recoge la Biblia, concretamente el capítulo 8 del libro del Génesis, el arca de Noé "reposó en el mes séptimo, a los diecisiete días del mes, sobre los montes de Ararat". Desde entonces han sido muchas las personas que han subido para intentar encontrar cualquier resto de la famosa arca. E incluso hay quienes afirman haber encontrado restos de madera a unos 4.000 metros de altura. Unos listones que, después de someterlos a una prueba de carbono 14, arrojaban una antigüedad de 4.800 años, coincidiendo así con la época del diluvio bíblico.
El ascenso al monte de Ararat
Partiendo de esta base, Javier Sierra decidió subir a la cima de este monte para conocerlo de primera mano y poder así ilustrar, de una forma mucho más fidedigna, este lugar tan icónico: "Estamos hablando de una cumbre de 5.165 metros de altura que está justo entre Armenia, Irán y Turquía. Yo no tenía experiencia de alta montaña, pero se me ocurrió que sería bueno subir a la montaña para echar un vistazo y ver cómo era aquello para poder describir así las cosas mucho mejor".

Dado que nunca había subido a una cumbre tan alta, Javier Sierra llamó al alpinista César Pérez de Tudela para pedirle asesoramiento. Y este, al verle demasiado verde como para emprender un viaje de estas características, decidió sumarse a la aventura: "Montamos una expedición, me acuerdo perfectamente, con su hijo y unos porteadores que llevaban las mulas y el equipo. Estuvimos dos noches en el campamento base y acabamos subiendo hasta el glaciar permanente que hay en la cima del monte Ararat en busca de lo que quedase, si es que quedaba algo, de esa hipotética arca de Noé".
En busca del arca de Noé
Una vez en la cumbre, Javier Sierra asegura que les sucedió algo más propio de película de Indiana Jones: "Llegamos a la cima y, justo cuando está amaneciendo, se aproximan unas nubes tremendas como las del Arca de la Alianza de Indiana Jones y empieza a soplar un viento y una nevada que casi nos deja ahí". En ese momento, César Pérez de Tudela le explicó que tenían que salir de ahí cuanto antes. Más aún después de saber que el escritor tan solo llevaba una chocolatina en la mochila: "Tenemos que bajar corriendo porque, si nos quedamos aquí, esta tormenta va a durar seis o siete horas y nos vamos a quedar aquí pajarito".
No obstante, el escritor reconoce que fue una experiencia muy reconfortante que le ayudó a saber más acerca del monte: "Aprendí mucho con César y me sirvió mucho para la novela. Yo creo que, al final, las cosas que se viven se cuentan mejor. Y esa novela tiene un final muy trepidante en la cumbre del Monte Ararat gracias, precisamente, a esa pequeña expedición que organizamos".

David Justo
(Astrabudua, 1991) Periodista especializado en tecnología que aborda la vida digital desde otro punto...




