La UE no logra un acuerdo sobre el uso de los activos congelados rusos para financiar a Ucrania

Bruselas

El Consejo Europeo ha terminado este jueves sin que los líderes hayan conseguido mover al primer ministro belga de su posición inicial. El liberal Wart de Wever llegaba esta mañana a la sede del Consejo pidiendo garantías e incluso la mutualización de las responsabilidades ante una posible represalia rusa por el uso de 140.000 millones de los activos rusos congelados. Y a pesar de que durante toda la jornada ha habido mucho movimiento al otro lado del telón para convencerlo, la cumbre acaba sin el respaldo del belga a la propuesta de la Comisión.

Pero esto no significa que desaparezca del debate, porque volverán a discutirlo en la cumbre de diciembre. Y los 26 instan a la Comisión a que siga trabajando en opciones de apoyo financiero. De nuevo, como ya viene siendo la norma, Hungría se desmarca y no ha participado en la redacción y aprobación del capítulo de conclusiones relativo a Ucrania.

Además de las dudas de Bélgica, país donde se encuentran la mayoría de esos activos, también el Banco Central Europeo había advertido de que cualquier uso indebido de los activos podría socavar la credibilidad del euro e incluso la estabilidad financiera del bloque.

En el capítulo de la vivienda, los líderes han pedido un plan ambicioso al ejecutivo de Von der Leyen. La Comisión ya había anunciado que pretende presentar un plan a final de año, además de una norma que aborde el alquiler turístico a mediados del año que viene. Pero hay fuentes que rebajan las expectativas porque realmente la capacidad de Bruselas para intervenir en este ámbito es bastante limitada.

En cuanto a los objetivos climáticos, se han acercado posturas. Luz verde para que se siga trabajando en el cumplimiento de esos hitos para reducir las emisiones en un 90% en 2040. Eso sí, a cambio de un compromiso para introducir cláusulas de flexibilidad. Que es una forma de avanzar en la consecución de esos objetivos, contentando a los países que presentaban dudas y abriendo la puerta a que se puedan rebajar. La presidencia danesa pretende sellar este compromiso en una reunión de ministros el 4 de noviembre.