Carlos Boyero se reencontró con el gran amor de su infancia sesenta años después: "No tiene sentido..."

Madrid

Carlos Boyero ha sido el último protagonista de Por el principio. Un programa de lo más especial en el que hemos conocido cómo era su vida mucho antes de que fuera reconocido a nivel internacional como uno de los mayores críticos de cine de habla hispana. De hecho, la entrevista arranca en Salamanca, en el año 1953, cuando el protagonista de esta historia llega al mundo bajo el nombre de Carlos Alberto Manuel Antonio Abdón Sánchez Boyero: "Debieron de pensar, con muy buen ojo, que si me iba mal en la vida, por lo menos tendría muchos nombres a los que agarrarme". No obstante, con el tiempo acabaría siendo conocido simplemente como Carlos Boyero.

A lo largo de esta entrevista hemos descubierto cómo se escapaba del colegio para irse al cine y también hemos sido testigos de su primer amor. Porque, cuando apenas tenía nueve años, se enamoró perdidamente de Mercedes: "A mí me ocurrió con nueve añitos con una cría en un pueblo de Salamanca en el que vivíamos. Me quedé prendado. Era preciosa y, al parecer, fue mutuo. Y ahí descubrí también todo lo que implica el amor".

La relación de Carlos y Mercedes

Carlos Boyero recuerda que Mercedes era una niña del pueblo que estaba en la clase de al lado. Pero siempre aprovechaba cualquier resquicio para estar con ella: "Estaba en la otra clase y los encuentros eran fortuitos... o no tan fortuitos. Siempre tenía el arrebato de mirar tanto su cara como su forma de ser. Lo recuerdo así, tenía una sonrisa que era profundamente femenina. Recuerdo sobre todo pasear, pasear y pasear con ella, siempre acompañados de amigos porque había que buscarse también alguna cuartada, ¿No?". De hecho, reconoce que hubo algún que otro beso.

Carlos Boyero, el niño que se escapaba para ir al cine

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A pesar de que le habían educado en la cultura del pecado, con todo lo que ello conlleva, el crítico de cine recuerda que se llegaron a dar alguno que otro beso con el que pudieron dar rienda suelta a su amor: "Hubo un beso o dos besos así en los labios por la maldita idea que te meten, o por a mí me metieron, desde pequeño, del pecado y esas cosas. Debió de ser un beso casi fortuito, ¿no? Pero era algo lujurioso. No sé cómo lo llamaban entonces, aunque debió de ser una absoluta inocencia, no debió de haber lujuria".

Una llamada inesperada

Lamentablemente, la relación de Carlos Boyero y Mercedes fue mucho más corta de lo que les hubiera gustado. Pero no porque el amor se hubiera acabado ni mucho menos, sino porque al padre de Mercedes lo trasladaron por trabajo a Valencia: "Al padre lo trasladaron y se fueron para siempre. Recuerdo una rotura por dentro... O sea, que todavía tengo memoria de ella y de cómo llorábamos cuando nos despedimos. Era un sentimiento llamado amor".

Lo más sorprendente de esta historia es que la vida volvió a juntarles 60 años después: "Me ocurrió hace no mucho tiempo, hace un año o algo más, que me apareció una persona, me saludó y me dijo, yo soy hija de Mercedes. Me dio su teléfono y la llamé por teléfono. Y tuvimos una conversación bonita, muy bonita. No nos hemos visto, pero son de esas cosas que te ocurren y que no tiene sentido. Pero estuvo bien que habláramos y la prueba de que aquello no fue algo fugaz o un capricho es que no me he olvidado nunca de aquel amor. La llamé porque fue una sensación como de película. No recuerdo de qué hablamos, pero sé que estábamos como muy emocionados ambos".