El rey Felipe VI pone en valor la educación como "gran pilar" de la convivencia democrática en los Premios Princesa de Asturias

Madrid

Con un Teatro Campoamor abarrotado y los galardonados sosteniendo ya sus premios, el rey Felipe VI ha clausurado este viernes la 45ª edición de los Premios Princesa de Asturias, que este año han reconocido el trabajo de toda una vida de figuras como el escritor español Eduardo Mendoza, la fotógrafa mexicana Graciela Iturbide o la tenista estadounidense Serena Williams.

Con un discurso con el que el monarca ha pretendido "ir cediendo el espacio" como heredera a la princesa Leonor, el rey Felipe VI ha reconocido y puesto en valor especialmente el papel de la educación como "gran pilar" de la "convivencia democrática".

"Mientras seamos capaces de inculcar en quienes vienen detrás de nosotros los principios y valores por los que hemos luchado, les estaremos dando las herramientas para construir su futuro", ha defendido el monarca.

Unas palabras con las que también ha hecho hincapié en el trabajo de los galardonados, que ha definido como "algo necesario". "Hay un camino en el pensamiento lúcido, complejo y de denuncia de Byung-Chul Han; en la ironía elegante y el pulso narrativo de Eduardo Mendoza; en la garra y el espíritu competitivo de Serena Williams", ha dicho el rey, que ha ido uno por uno elogiando a los premiados.

Con guiños a su edad y a los años que lleva ejerciendo su papel en los premios como cabeza de la monarquía, el rey Felipe VI ha comenzado a ceder el testigo a una princesa Leonor de quien ha destacado las "nuevas pruebas de madurez y sensibilidad". "En consecuencia me corresponde ir cediéndole ya este espacio como heredera de la corona y como presidenta de honor de la fundación desde hace 11 años", ha destacado.

El rey Felipe VI ha culminado su discurso insistiendo en esa idea del peligro de los extremismos, así como la importancia de ejercer más responsabilidad política en torno a la educación. "Educar consiste en encontrar ese camino intermedio entre la comunidad y la persona", ha concluido el monarca.

La princesa Leonor: su discurso más político con una carta para cada premiado

Antes del discurso del rey, ha sido el turno de una princesa Leonor que ha ofrecido su alegato más político, con menciones a la migración, a la educación y a los derechos humanos. Con una pequeña carta para cada premiado y una broma dirigida al rey, al que ha llamado boomer, la princesa ha tomado las riendas de una ceremonia cuyo papel es cada vez más protagonista.

"Siendo de la generación Z e hija de una de la X y un boomer, tengo la sensación de que una carta permite pararse y pensar más", ha dicho la princesa Leonor antes de dirigirse unos minutos a cada uno de los galardonados.

Premiados a los que la princesa ha agradecido su labor y cuyo trabajo ha reconocido como "una forma de vivir en la que desafiar muchas convenciones", en el caso de Serena Williams, o como una forma de "buscar respuestas en el pensamiento", en el caso del filósofo Byung-Chul Han.

Algo más político se volvió el discurso de la princesa Leonor al llegar el turno del sociólogo Douglas Massey, en cuya figura enfatizó la importancia de políticas migratorias correctas en las sociedades. "Su trabajo nos permite comprender en toda su dimensión el gran desafío que tienen hoy muchos gobiernos con la inmigración", ha empezado diciendo. "Ha formulado políticas migratorias basadas en datos y no en desinformación", ha recalcado la princesa frente a las miradas y atención de los asistentes.

Junto a este alegato, la hija del rey ha querido rememorar y agradecer al escritor Eduardo Mendoza una carrera que "más que felicidad" le ha aportado "curiosidad por palabras" que su generación desconoce. "Tu obra es necesaria para saber más, para comprender más, para aparcar el scroll infinito del que somos víctimas los jóvenes y no tan jóvenes", ha señalado.

Una intervención que la princesa Leonor ha concluido con un alegato hacia la necesidad de "avivar el entusiasmo y volver a lo esencial". "Al respeto por quienes piensan diferente, a quienes son diferentes, a la educación, a los maestros", ha reconocido la princesa, quien se ha despedido con la convicción de que "si no miramos al otro, no sabremos construir confianza".