Carlos Boyero: "Mi padre se refería a mi madre como 'plebeya', es la palabra que más odio"

Madrid

El crítico de cine Carlos Boyero ha visitado Por el principio de Ángeles Oliva y Toña Medina, con las que ha recordado sus aventuras en las que se escapaba del colegio para ir al cine y otros aspectos de su infancia, como su familia.

La madre del crítico de cine y periodista se llamaba Antonia Boyero. "Mi madre era muy guapa, una mujer muy hermosa y elegante. Tenía una elegancia natural, veo fotos de ella y digo: 'Joder'", recuerda emocionado Boyero. "Tenía una habilidad especial para coser, hacía todo tipo de vestidos y se dedicaba a la casa", afirma orgulloso el crítico.

En ese entonces, las mujeres no solían trabajar y se dedicaban a cuidar la casa y la familia, por lo que nunca se sabrá a qué querrían dedicarse verdaderamente aquellas madres. "¿Qué hubiera podido ser mi madre? Me lo he planteado a veces, pero no lo sé. Fue dedicada fundamentalmente a su hijo", explica. Boyero rememora con cariño el amor que le brindó siempre su familia materna. "Creo en la bondad natural. Sí que existe en determinadas personas, que tienen una pureza de corazón y de pensamiento. Y en la familia materna me encontré con eso", comenta.

"Mi padre era un hombre inseguro y violento, pero de apariencia formidable"

Boyero nació en lo que llamaban en su época "el sindicato de la prisa", ya que su madre quedó embarazada antes de casarse con su padre, tal y como explica el periodista que le contó su abuela a los 14 años. "Mis padres venían de familias muy distintas. Él era de una familia de bien y en la guerra se quedaron un poco arruinados, pero seguían manteniendo el estatus", explica el crítico.

Su padre se llamaba Manuel Sánchez, fue maestro de primaria y director de la escuela y tenía un carácter imprevisible, tratando mal a la madre de Carlos y al resto de mujeres de la familia, por lo que Boyero nunca se llevó bien con él. "Era un hombre muy guapo y elegante y también muy inseguro y violento, pero la apariencia era formidable", describe Boyero.

"Al dejar embarazada a mi madre, urgió por parte de su familia –por el honor y todos esos rollos– el casarse", explica el crítico, que comenta que su padre llamaba a su madre, a su tía y a su abuela "plebeyas", poniéndolas en un lugar inferior a él. "Es la palabra más odiosa que recuerdo", afirma.

"Tengo imágenes de maltrato verbal. Los gritos, lo de depender de qué humor venía ese día a casa ese hombre... Y alguno físico", admite apenado Boyero.